Baja Economía
NACIONAL

Abogado, Martín Vila: “Si con los efectos del Coronavirus se nos va la economía desde el punto de vista del emprendimiento, es irrecuperable en menos de diez años”

Por: Daisy Castillo Triviños

El recientemente asumido, Ministro de Salud, Enrique Paris, descartó el pasado 17 de junio 2020, la alternativa de decretar Hibernación en la Región Metropolitana, medida sugerida por Espacio Público, ante el avance del Covid-19 en el país y la alta tasa de contagios en el Gran Santiago. Y, en tal sentido, Paris, afirmó: “No es posible llevar a cabo esa medida, ya que nos quedaríamos sin servicios básicos, sin alimentación, sin atención a adultos mayores, sin reparto de medicamentos, y con una ciudad paralizada que puede, incluso, agravar la situación sanitaria de la comunidad. Sin embargo, obviamente, vamos a tomar medidas más estrictas para hacer cumplir las razones sanitarias y social que impiden la diseminación viral”.

Durante toda una jornada, fuimos testigos a través de los diferentes medios de comunicación de cómo se armaron notas, despachos en vivo y en estudio, hablando de la posibilidad de que la Región Metropolitana se transformara, por un tiempo, en una ciudad dormida. Sin embargo, tanta información apostando por esa opción, quedó en el olvido, tras la determinación del Ministerio de Salud.

También, desde el sector de la economía, particularmente, desde el Banco Central se habló de que la hibernación implicaría un retroceso de la economía de un 25% mensual. Pero, tras este tema, hay otra realidad en la que no se ha reparado con la profundidad necesaria que se requiere y que tiene que ver con una ciudadanía que hace mucho tiempo perdió la confianza en las autoridades de turno, lo que digan o no, les pasa por el lado, se escucha, pero no se oye. Y, eso sumado, al complejo escenario que enfrenta la economía, con mala perspectiva a corto plazo, para ser honestos.

El abogado, Martín Vila, en conversación con “Cápsula Informativa”, precisamente, se detiene en ambos temas. Y, parte, señalando que “recordaría los dichos de Jaime Mañalich (cuando era Ministro de Salud), respecto de su sorpresa, que no me extraña, del nivel de hacinamiento que existía en las comunas pobres. Creo que hay autoridades que se han transformado en élite, hay intelectuales que se han transformado en élite, hay centros de estudios que están compuestos por gente muy inteligente, a los cuales hay mucho que agradecer, pero hay un problema con el sentido de realidad”.

Martín Vila, abogado.

¿Por qué, a su juicio, hay un problema con el sentido de realidad?

-Con toda la buena intención que significa una hibernación, lo que no están viendo, en el caso de la propuesta son dos aspectos. Primero, que la gente no está cumpliendo con la Cuarentena y cuando la gente no cumple, porque desconfía de lo que le dicen sus autoridades, tú no sacas nada con poner reglas más estrictas, porque en el fondo deslegitimas más aún a la autoridad de lo ya deslegitimada que está. Te pongo el caso de una autoridad que se respeta no por la autoridad que es, sino por el cargo que tiene, manda algo, lo desobedecen y como respuesta, exige algo más restrictivo todavía y como ya fue desconocida su primera orden, es muy fácil que desconozcan la segunda, que es más restrictiva, más gravosa para quien la recibe y, por lo tanto, se pierde toda posibilidad de control”.

El ejercicio del poder requiere de un nivel de racionalidad y racionabilidad para que sea efectivo. Y, hoy, día, ni siquiera está siendo efectivo, ni siquiera a nivel de Cuarentena. ¿Cómo van a controlar una ciudad en hibernación? Ése es el primer punto de falta de realidad que veo y, el segundo aspecto, dice relación, efectivamente, con lo económico, pero hay que distinguir qué es la economía. Cuando escucho de economía, tiendo como todo el mundo a pensar en las grandes cifras macro-económicas que le convienen a las grandes fortunas, pero llega un momento en el cual la economía se va a transformando en lo más básico del ser humano: proveerse de comida y satisfacer sus necesidades más básicas.

Entonces, en ese contexto, cuando hablamos de economía, estamos hablando de lo mismo que de la salud y no hay ningún tipo de incompatibilidad entre salud y economía, porque estamos hablando de sobrevivir. La economía como tal, es el arte de administrar los bienes no sólo los que existen, sino de producir los bienes y servicios para poder subsistir, solventar nuestras necesidades y, desde esa perspectiva, de la economía real, estamos en una situación crítica. La gran cantidad de gente vive de la economía informal, las medidas de restricción, en consecuencia, dejan sin poder subsistir a las personas que viven del día a día.

¿Hay quienes todavía viven en una realidad paralela, entonces?

-En un país como Alemania o Austria es, perfectamente factible la hibernación. En Chile, lo que ha demostrado esta pandemia es que nuestro crecimiento, nuestra riqueza era, tremendamente, precaria como, normalmente sucede en Latinoamérica, y que estábamos un poquito mejor que los otros, en un proceso de crecimiento y no con algo consolidado. Viene la pandemia y esa precariedad de bienestar, esa apariencia de bienestar se cae, se derrumba y los únicos que tienen bienestar real son aquéllos que siguen teniendo acceso al crédito, a reservas que han acumulado por años y que han estado alejándose de la economía real del resto del país.

La gran pelea que se dio por los $100.000 para 2 millones de familias, es más factible que las cajas de comida y requiere que haya negocios abiertos vendiendo productos de primera necesidad, requiere que haya farmacias abiertas, requiere una cantidad de comercio para proveer y no se les puede dejar sin funcionamiento, porque de lo contrario, quedas entregado a la distribución y a la ración que te otorgue el Estado de comida y resulta que, está claro, que no hay capacidad para distribuir comida en forma diaria, menos semanal, ni quincenal.

¿Por qué, en concreto, la estrategia de hibernación afectaría tanto la economía, como para, no promover esa medida?

-La medida de hibernación hay que tomarla con referencia a la Cuarentena. Si durante la Cuarentena, todos deben estar en sus casas, salvo los servicios esenciales y el comercio de bienes de primera necesidad y, eso, no se cumple, quiere decir que cuando hablamos de hibernación, estamos hablando de restringir algo más. ¿Voy a cerrar las bombas de bencina donde venden parafina?, ¿voy a cerrar los locales de abastecimiento de gas en pleno invierno? No puedo. ¿Voy a cerrar los negocios que venden comida directamente al público?, ¿los almacenes de barrio? No puedo. ¿Voy a eliminar los supermercados? No puedo, las personas necesitan comer. ¿En qué puede consistir una medida de hibernación?, ¿eliminar el transporte público? Sí, eso puedo hacer, es lo único que, efectivamente, podría contribuir en algo, pero, para eso, no voy a ocupar un concepto distinto a la Cuarentena, sino que, simplemente, voy a tomar una medida extra como reducir el transporte público para efectos que la gente no se contagie, pero también la reducción del transporte público tiene varios costos asociados.

Y, esos costos, afectan más a quienes están sin trabajo, que a los que sí mantienen sus fuentes laborales.

-A la gente que tiene trabajos esenciales y son tan esenciales que para estar en nuestras casas, depende que, efectivamente, se estén realizando. Estamos hablando de lo básico de lo básico, que requiere a un 10% de la población laboral funcionando y, eso es lo que tenemos, hoy en día. Que en la práctica no se fiscalice y haya un 40% funcionando de una forma u otra, es responsabilidad de quien fiscaliza, las medidas que tomas. ¿Qué sacas con tomar medidas más restrictivas, si ni siquiera fiscalizan las que son menos restrictivas?

¿Cuánto ha afectado la Cuarentena para la economía del país? Somos testigos de empresas que siguen batallando para mantenerse y no tener que cerrar. ¿Qué tanto estaba Chile preparado o no, en comparación con otros países?

-Como economista, no como abogado, tengo bastantes temores, porque ha rebrotado la incertidumbre a niveles tales que los únicos que están, efectivamente, tratando de sobrevivir son los emprendedores y su supervivencia, ya no sólo depende de líneas de créditos Coronavirus, sino que depende que esto termine pronto y todas las proyecciones hacen pensar que la finalización al 90%, no viene hasta noviembre, con un término que tanto nos molestó, como es el de una especie de nueva normalidad.

Antes de noviembre, no tenemos ninguna posibilidad, según las proyecciones estadísticas de entrar en una fase de nueva normalidad completa y es, prácticamente, imposible para un emprendedor poder subsistir. Si con los efectos del Coronavirus se nos va la economía desde el punto de vista del emprendimiento, se destruye toda esa parte de la economía que no es la gran empresa, creo que es, francamente, irrecuperable, en menos de diez años.

Chile funciona en base a una economía de servicios prestada por emprendedores en forma flexible y las grandes empresas lo que hacen es producir algunos servicios y otras exportaciones para tener divisas para efectos de poder enriquecerse y, al mismo tiempo, de entregar a los consumidores bienes y servicios que ya no son de primera necesidad necesariamente. Me preocupa menos la gran empresa que las Pymes, ya que, la verdad es que la gran empresa sólo preocupa por el nivel de empleo asociado que es más de la mitad del empleo del país, pero las Pymes son mucho más preocupantes, porque es la otra mitad y resulta que ésa no es recuperable, en cambio la gran empresa se pueda ajustar.

Si las Cuarentenas, eventualmente, llegaran hasta agosto, ¿no será viable que pequeñas y medianas empresas se puedan mantener?

-No, creo que en septiembre ya empieza a quebrar la mayoría, aún con líneas de crédito obtenidas. No hay ninguna línea de crédito que logre solventar la caída tan violenta en la actividad económica que se está viendo. Ésa es la triste realidad que estoy observando y las medidas a tomar requieren endeudarse a nivel país y focalizar en esas empresas los recursos frescos que se obtengan, porque no va a ser algo de tres meses. Además, las encuentra en muy malas condiciones, porque ya pasaron los primeros tres meses sin que nadie los ayudara.

Han entregado 100 mil créditos de un millón de solicitantes, se ha llegado al 10% de las Pymes, ¿y qué pasa con el resto de las Pymes? Si no están quebradas, están a punto y cuando les lleguen recursos frescos, van a desaparecer esos recursos en un dos por tres, porque están viviendo de la deuda, de una deuda morosa, ni siquiera de una deuda repactada. Esto, es mucho más grande de lo que nadie pudo prever en Chile y el Gobierno tiene mucha responsabilidad en haber dicho que éramos unos campeones dentro de Latinoamérica, que teníamos la mejor salud del mundo. Se hicieron muchas cosas, pero el discurso fue tremendamente contraproducente.