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Abogado, Martín Vila y Línea de Crédito al FMI: “Aún cuando el Gobierno no se comporte a la altura, el Banco Central podrá compensar el exceso que se pueda cometer con la tentación de abrir la billetera fiscal”

Por: Daisy Castillo Triviños

12 de mayo. Ese día, ante tantas informaciones negativas que se conocen a diario, debido a los efectos del Covid-19 en el país, con declaraciones que afirman las autoridades de Gobierno y que, después, echan pié atrás, sin reconocer los errores en el manejo de la crisis sanitaria, al menos, surgió una noticia que genera un respiro para la economía del país y cómo se hará frente, en los próximos meses, a las consecuencias de la Pandemia: el Banco Central solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI), una línea de crédito flexible por 23 mil 800 millones de dólares (19,6 billones de pesos chilenos).

El Banco Central informó que “se trata de una facilidad de carácter precautorio, reservada para países con muy sólidos fundamentos macro-económicos, que no está sujeta a condicionalidad ex post y provee un respaldo significativo para enfrentar un eventual empeoramiento de la crisis global causada por el Covid-19”.

Desde la misma entidad, se indicó que “el acceso a esta línea, forma parte de la estrategia del Banco Central de Chile para fortalecer su instrumental frente al riesgo de que se acentúen o prolonguen las condiciones económicas adversas derivadas de la crisis sanitaria. Ésta, provee un respaldo significativo no sólo para enfrentar shocks externos más severos y elevar la confianza de los mercados, sino también para ampliar el conjunto de herramientas de los mercados, sino también para ampliar el conjunto de herramientas de que dispone el Banco para apoyar la transmisión de la política monetaria y contribuir a la estabilidad financiera”.

En medio de la situación social por la que atraviesa el país, la noticia respecto a la línea de crédito solicitada por el Banco Central al Fondo Monetario Internacional, constituye una señal adecuada. Así, lo señala a “Cápsula Informativa” el abogado, Martín Vila, quien plantea que “esto es una línea de crédito para el Banco Central no es un crédito para invertir en gasto público por parte del Gobierno, entonces, hay que tomar con beneficio de inventario, tanto el monto como el hecho de que, efectivamente, se use”.

¿Considera, en general, que esta medida es, entonces, positiva?

-El hecho de acceder a un 8% del PIB del año anterior y, probablemente, más de un 10% del PIB de este año real, me parece tremendamente positivo. Hay que tener cuidado y decir que esta Línea de Crédito no es para gasto público, sino que es una línea de crédito para regular los dos aspectos que, normalmente, realiza el Banco Central. El principal es la política monetaria que, si bien hoy día, vamos viendo una inflación que tiende a cero, una vez que el Gobierno tome medidas podría expandirse esa inflación y entrar en un proceso inflacionario y, para eso, claro que el Banco Central necesita dinero para poder amortiguar o compensar las decisiones que tome el Gobierno de turno.

En lo personal, yo reconozco que nunca había mirado con buenos ojos la extrema autonomía del Banco Central, salvo por los equilibrios macro-económicos, pero esos tienen un costo para todos también. Pero, hoy día, bajo este escenario debo desdecirme de lo que pensaba, porque da mucha tranquilidad considerando que más encima viniendo un período eleccionario, la posibilidad de que un Gobierno, sea del signo que sea, se lance después de una crisis a repartir dineros, no necesariamente, para los más pobres, sino que para sus amigos, para las empresas, para todos en forma excesiva, es una tentación muy grande y el hecho de tener el Banco Central como contrapartida, con técnicos, con expertos que puedan manejar la situación, da cierta tranquilidad y el hecho de acceder a esta Línea deja en un buen pie a la economía, en ese aspecto.

¿Qué tan díficil puede ser, en medio de un escenario económico que no es el mejor, comenzar a mediano plazo a devolver el dinero solicitado al FMI?

-Si estamos pensando que el Banco Central tenga problemas para el pago, no es fácil. Lo bueno de las líneas de crédito es que siempre, incluso, se pueden re-pactar y, a diferencia de los bonos de deudas que pone el Gobierno y que deben ser pagados, porque si no el país se va a default técnico, el caso argentino es el más clásico de todos, una línea de crédito usada, prudentemente, es siempre un buen elemento.

Y en cuanto al pago, hoy día, se establece en un plazo que parece razonable y prudente, la verdad es que también se puede siempre re-pactar, porque es con el Fondo Monetario Internacional.

Ahora, las cosas del Fondo Monetario Internacional con los gobiernos, siempre “huelen” mal, porque el FMI pone condiciones. En cambio, en este tipo de línea de crédito, se entrega una cantidad de dinero para ser usada, prudencialmente, bajo ninguna condición del FMI. Es decir, no me van a condicionar el tipo de economía que voy a llevar a cabo, ni el modelo, ni las restricciones para poder pagar. Entonces, en esta materia, se lució el Banco Central con este tema. Es una buena noticia, pudo haber sido mejor, pero, por lo menos, es una buena noticia que nos permite pensar que aún cuando el Gobierno no se comporte a la altura, el Banco Central podrá compensar, en gran medida, el exceso que se pueda cometer con la tentación de abrir la billetera fiscal.

Hoy día, tenemos a un Ministro que es muy cauteloso, pero nadie nos dice que, eso no cambie en cualquier momento, o sea, en la desesperación de una crisis como la que estamos viviendo, la verdad es que ni en el más razonable de los personajes uno puede esperar que se comporte en forma criteriosa. Nadie es tan frío y calculador como para decir que ¡si se nos viene la lava, hay que tomar decisiones que no sean arracar!

¿Hay algún aspecto que no sea tan positivo en todo esto?

-Lo grave o negativo es que, al ser usada la Línea de Crédito, nuestra deuda externa va a aumentar y cuando sea necesaria la re-activación, los inversionistas y prestamistas extranjeros nos van a pedir, siendo un país más endeudado, conversar el riesgo país, con mayores tasas de interés y también va a ver menos interés de invertir en Chile.