Aumento del sueldo mínimo: Una medida populista del gobierno y el PC
Por: César Cifuentes
Hace unos días, fuimos testigos de cómo la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y el Gobierno, llegaron a un acuerdo en orden a aumentar el sueldo mínimo, hoy de $410.000.
El proyecto de ley propuesto contempla un incremento del sueldo mínimo desde los actuales $410.000 a $440.000 el 1 de mayo de 2023. Luego, a $460.000 el 1 de septiembre de 2023; y, finalmente, a $500.000 el 1 de julio de 2024. Posterior a esa fecha, se acordó efectuar un reajuste automático del ingreso mínimo mensual conforme al Índice de Precios al Consumidor (IPC) registrado entre julio y diciembre de 2024, el que se concretará en enero de 2025.
A mi juicio, resulta perjudicial esta medida, sobre todo en los tiempos que vivimos, en el que hemos tenido un decrecimiento considerable a nivel de la creación de empleos y no hay que ver bajo el agua para darse cuenta de que uno de los efectos directos será la diminución de empleos, de puestos de trabajo, lo que impacta de manera directa a la población.
Lo que se va a producir es desempleo, digamos las cosas como son y sin utilizar eufemismos de ningún tipo. Es importante que el ciudadano se prepare para lo que viene que no será, precisamente, una etapa rosa ni tampoco fácil.
Y, por otro lado, van a aumentar los valores de los productos de consumo y de los servicios, porque los empresarios, usted se imagina, no querrán perder dinero y, probablemente, esos costos adicionales se van a traspasar al consumidor final. O sea, una vez más, la ciudadanía se verá afectada, como si ya no fuera suficiente.
Si bien, es importante que la gente pueda percibir más ingresos y es entendible que la gente así lo quiera y así lo queremos todos, pero el momento económico para esto no es ahora. ¿Cómo el gobierno no observa lo que está pasando?, ¿cuándo se sacarán la venda de los ojos y reconocer que su gestión está llevando a Chile al despeñadero?, Estamos colgando al borde de un precipicio, estamos muy complicados económicamente y, además, pasando por un nuevo e incierto proceso constituyente que perjudica de sobremanera la economía de nuestro país, más dineros para algunos se llenen los bolsillos, particularmente, aquellos consejeros que vienen de militar en partidos o que se dicen independientes, pero que de ello, tienen bien poco o casi nada.
Tomando en cuenta el actual escenario, al que sumamos el aumento del sueldo mínimo, la verdad es que no sé lo que está pensando este gobierno, porque lo único que hace es echarle a la sopa, los ingredientes necesarios para perjudicar más a la población y afectar la economía de un país que, recordemos, en algún momento tuvo una economía era tan próspera, antes de la llegada de este nefasto gobierno que, hoy día, tenemos.
La ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, -militante comunista que está feliz con el acuerdo alcanzado con la CUT (entidad dirigida, nada menos que por el PC), destacó el compromiso del Programa de Gobierno para avanzar hacia un salario mínimo de $500.000 durante el mandato de Boric. ¿Qué dijo? “Lo que hoy día se ha hecho es anticipar un año el cumplimiento de dicho compromiso. ¿Por qué razón? Vivimos un período de ajuste económico importante, con altas tasas de inflación, debiendo los trabajadores soportar directamente la pérdida de poder adquisitivo”.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Mario Marcel sostuvo que “en el caso de las pymes vamos a contemplar una ayuda para que puedan absorber el costo del incremento del ingreso mínimo, tal como ocurrió el año pasado. Esto lo va a trabajar el Ministerio de Economía con las organizaciones del sector”.
Por supuesto que las declaraciones de ambos secretarios de Estado se deben entender como simples opiniones “de buena crianza” para respaldar la administración de Boric a como dé lugar, sin siquiera medir los efectos y las consecuencias de las propuestas que formulan. ¿Se quieren parecer al mago que saca un conejo de su sombrero? Quizás, lo que el gobierno está buscando es asemejarse a un mago para sorprendernos cada día, pero desafortunadamente, sus sorpresas no sacan sonrisas y no son nada de alentadoras.