Casos de cáncer aumentaron un 75% a nivel mundial desde 1990: ¿Cuáles son sus principales causas?
Los diagnósticos de cáncer han sido más frecuentes en los últimos 30 años. Estilo de vida, factores de riesgo y genética, son elementos fundamentales que pueden jugar a favor o en contra tras la pesquisa de esta enfermedad.
Según el Global Cancer Observatory, aproximadamente, 19,3 millones de personas viven con algún tipo de cáncer en el mundo, cifra que sigue abultándose a lo largo de los años. Un estudio publicado en la revista BMJ Oncology, calcula que la incidencia mundial de tumores entre menores de 50 años ha aumentado un 79% en tres décadas.
Una tendencia que se ha replicado a nivel nacional, según detalla el Dr. Eduardo Strube, coordinador del Centro Integral de Oncología de Clínica Ciudad del Mar: “En Chile, la incidencia y mortalidad por cáncer continúa creciendo, posicionándose incluso como la principal causa de muerte en algunas regiones. En Antofagasta, por dar un ejemplo, presentó la tasa más alta de mortalidad a nivel nacional durante el periodo 2009-2020, provocando 135 defunciones por cada cien mil habitantes”.
De acuerdo al estudio, dentro de los principales factores de riesgo que inciden en este aumento se sitúan la obesidad, el consumo de alcohol, tabaco y la vida sedentaria.
“Si bien el desarrollo de cáncer siempre es multifactorial, tenemos el factor de la alimentación que puede ser protector o puede incidir en esta enfermedad. Por ejemplo, la alimentación actual incluye mucha comida rápida, altamente procesada, con consumo pocas veces al día, pero a grandes cantidades. Aconsejo fraccionar la alimentación porque al hacerlo podemos incluir otras variedades de nutrientes que pueden ayudar a evitar este tipo enfermedades”, explicó Paulina Mella, nutricionista de Clínica Dávila Vespucio.
Mama, pulmón y estómago: los más mortales
Según el análisis Global Cáncer Observatory, entre los cánceres que causaron mayor número de muertes y comprometieron más la salud entre los adultos más jóvenes durante 2019 figuraron los de mama, pulmón y estómago.
Respecto al primero de ellos, el Dr. Enrique Waugh, jefe de cirugía de mama de Clínica Santa María, enfatiza la importancia de consultar oportunamente: “La detección precoz es lo más relevante porque disminuye la necesidad de realizar una mastectomía total, el uso de quimioterapia y también reduce la mortalidad. Por ello, nuestra recomendación es que aquellas pacientes que tienen 35 años y más de dos familiares con cáncer de mama u ovario, consulten con un especialista. En el caso de pacientes sin historia personal o familiar de esta enfermedad, lo fundamental es realizar una mamografía anual a partir de los 50 años”.
En el caso del cáncer de pulmón, el Dr. Felipe Rivera, broncopulmonar de Clínica Dávila, comenta: “Este tipo de cáncer es, en general, asintomático, ya que habitualmente produce síntomas una vez que ha alcanzado un tamaño suficiente para dar molestias, cuando ha invadido estructuras torácicas o bien cuando ya se ha desarrollado metástasis. Por eso, el mejor tratamiento es la prevención y la recomendación siempre es no fumar, evitar ambientes contaminados y llevar un estilo de vida saludable”.
“Para los casos de pacientes fumadores, recomendamos dejar este hábito y mantener controles frecuentes con un especialista broncopulmonar, quien puede solicitar una tomografía axial computarizada para detectar precozmente esta enfermedad”, agrega el especialista.
Exposición al sol: otro posible riesgo
En esta época estival, otro de los cánceres que puede aumentar su aparición es el de piel, muchas veces causado por la radiación ultravioleta.
Por ello y para prevenirlo, además de la fotoprotección, es imprescindible realizar un autoexamen de lunares, en caso de algún melanoma.
El Dr. Marco Hidalgo, dermatólogo de Clínica Biobío, señala: “La incidencia del cáncer de piel ha aumentado en los últimos años, debido a que la pesquisa ha sido mayor y hemos podido detectar tumores cada vez más pequeños, con mayor posibilidad de tratarlos”.
A la hora de su tratamiento, concluye: “Se ha desarrollado una batería más amplia de opciones que las tradicionales como cirugía, radiografía y quimioterapia. Hoy en día, los pacientes con melanoma metastásico, por ejemplo, tienen a su disposición medicamentos de última generación que pueden aumentar su sobrevida sustantivamente”.