De la Ley de Marraqueta y otras estupideces populistas
Por: Daisy Castillo Triviños
La propuesta de la senadora, Carolina Goic, en torno al otorgamiento de una suerte de “regalo” del Estado, ascendente a $1.000.000 por cada hijo nacido en Chile, para que éste sea depositado en su cuenta de ahorro previsional y usado como pensión cuando se jubile en 60 años más, resulta anacrónica y, además, estúpidamente populista.
Hay que considerar que este ofrecimiento es un despropósito, porque en este momento, se discute la reforma previsional y dentro de las ideas formuladas, se encuentra el desmoronamiento del sistema de AFP que rige actualmente.
Se propone sustituirlo por un sistema fiscal parecido al anterior a la estructura de reparto y varias otras ideas populistas como utilizar el recargo del 6% del sueldo personal en solidaridad. ¿Para el bolsillo de qué político? habría que preguntarse, o la pensión básica universal, que ni siquiera tiene un concepto claro. ¿Démosle dinero a quien nunca aportó al sistema en desmedro de aquel que cotizó toda la vida? Y otras tantas tonteras que, periódicamente, nos inunda nuestra casta política.
Si lo vemos desde esa perspectiva, ese millón de pesos en pocos años va a resultar en un pozo sin fondos para el gasto fiscal, ante el crecimiento poblacional que podría generarse por una idea que generará expectativas ridículas en las personas, como fue antiguamente el bono por hijo, en donde muchas mujeres se embarazaron, para que les dieran los $300.000 y resultó que no era así, porque era un fondo futuro, cuando se jubilara. Ahora, pregunten si pueden mantener a esos hijos.
Por otra parte, generará un efecto de llamada a la población migrante irregular a alumbrar a su prole en nuestro territorio, porque no podrían ser expulsados por razones humanitarias, porque el nacimiento entrega el derecho de radicarse o residir en Chile y para qué estamos con cuentos, la idea del Chile “Plurinacional” parece ser un discurso instalado en los constituyentes, sin sopesar el efecto que, eso, va a generar ante el desborde de “las masas oprimidas” del resto del continente.
En cuanto al ahorro que se generaría, Goic calcula que son $200.000 pesos mensuales, suma absurda, considerando que la tasa promedio de interés en Chile, no supera el 6% anual, lo que supone un interés de sólo $200 mensuales y como dije, con suerte. ¿De dónde inventó los $200.000 mensuales?, ¿acaso creerá la senadora, que la gente es tan estúpida? ¿O será que la honorable se hizo asesorar por Rafael Garay? ¿Tal vez Goic no ha tenido un poquito de plata para comprar una calculadora?
Por otra parte, el recurso entregado, seguiría en manos de un organismo Fiscal, creado para mantener a más parásitos del Estado, el cual se financia con impuestos que pagamos todos los chilenos y que, prontamente, podría transformarse en otro ahorro al cual el gobierno de turno podría echar mano para financiar alguna “emergencia” (generalmente emergencias del Congreso o Ejecutivo) y considerando que ésta , se vale en el supuesto que el sistema de AFP se sostenga, lo cual resulta difícil a la fuerza de los hechos en donde se aprecia que las AFP (que tampoco son una maravilla, que no crean que soy una defensora de esa institucionalidad perversa y corrupta) continúe por los próximos 60 años, a lo menos.
Para concluir, las propuestas de reforma previsional y de seguridad social en general, deberían apuntar al sentido contrario, que es disminuir el número de población existente en Chile y dejar de crear incentivos perversos que sólo van a traer más pobreza al país en solo pocos años, cuestión que se logra evidenciar hoy , con la cantidad de personas sin hogar, con una pobreza cada vez más dura y una inmigración desatada en búsqueda de oportunidades que no existen, con una nueva ley de migraciones que evidencia su inutilidad desde ya.
Varios países industrializados, prósperos, pujantes y con casi sin criminalidad (salvo la criminalidad importada desde Latinoamérica y África) y que vemos como ejemplos OCDE, han limitado de número de nacimientos, ya sea de manera indirecta, como es el caso de Europa, o de manera directa, como la ha hecho China.
El Estado de Chile, debería crear alicientes para personas sin hijos o con un solo hijo, ya que ellos son los que menos carga ponen en el sistema de seguridad social y que mayor peso soportan desde la perspectiva tributaria, y tal vez, de esta forma, algún día se podrá dejar de decir que, el único patrimonio que posee y exporta Latinoamérica, es la pobreza”.