Depresión funcional: La tristeza oculta tras una sonrisa
La depresión funcional es una lucha silenciosa que puede afectar gravemente la vida de quienes la padecen, impactando su bienestar emocional y su capacidad para disfrutar de la vida. Conocer sus señales y buscar ayuda es crucial para la recuperación.
La depresión es una de las enfermedades mentales más comunes de nuestro tiempo, pudiendo afectar a cualquier persona, sin importar su edad, género o situación social. Y si bien, cuando pensamos en la depresión, solemos imaginar a alguien que se siente triste todo el tiempo, que no puede levantarse de la cama y que ha perdido el interés por todo, la realidad es mucho más compleja.
Existen varios tipos de depresión, cada uno con sus propias características y matices. Algunas personas pueden experimentar episodios breves pero intensos, mientras que otras pueden vivir con una tristeza persistente y de baja intensidad. Entre estos diversos tipos, la depresión funcional es una de las más difíciles de detectar.
La depresión funcional se caracteriza por la capacidad de una persona para llevar a cabo sus actividades diarias mientras lucha internamente con sentimientos de tristeza, desesperanza y vacío. A menudo, estas personas parecen tener todo bajo control, pero detrás de esa fachada se esconde una profunda lucha emocional.
La depresión funcional es particularmente engañosa, porque la persona afectada puede seguir siendo productiva y cumplir con sus responsabilidades, lo que dificulta que los demás reconozcan su sufrimiento”, explica el psicólogo y Director de Pranavida, Jorge Fuentes, lo que “puede llevar a un sentimiento de aislamiento y a la creencia errónea de que su dolor no es válido porque no es evidente para los demás”, añade.
De acuerdo a lo que plantea el profesional, entre las características de la depresión funcional se encuentran: Apariencia de normalidad, sentimientos persistentes de tristeza o vacío, pérdida de interés en actividades, problemas de sueño y fatiga y aislamiento emocional.
Es esencial estar atentos a los cambios sutiles en el comportamiento de nuestros seres queridos”, plantea Fuentes, aconsejando estar siempre atento a “pequeñas señales como la falta de entusiasmo, la irritabilidad o el agotamiento constante pueden ser indicativos de una depresión funcional.
En este sentido, si sospechas que tú o alguien cercano está sufriendo con esta condición, aquí tienes algunos pasos que pueden ayudar. Habla sobre tus sentimientos: “Compartir tus emociones con alguien de confianza ¿puede ser un gran alivio y un primer paso hacia la recuperación. Al expresar lo que sientes, no sólo te desahogas, sino que también permites que otros te brinden el apoyo necesario”.
Busca ayuda profesional: “Acudir a un psicólogo o psiquiatra es fundamental para obtener el apoyo y las herramientas necesarias para enfrentar la depresión funcional. Los profesionales de la salud mental pueden ofrecerte estrategias personalizadas y un espacio seguro para hablar sobre tus preocupaciones.
Cuida tu salud física: “Mantener una dieta balanceada, hacer ejercicio regularmente y asegurarte de dormir lo suficiente son aspectos cruciales para tu bienestar mental. La actividad física libera endorfinas, que pueden mejorar tu estado de ánimo, mientras que una buena alimentación y descanso adecuado fortalecen tu resiliencia emocional”.
No te exijas demasiado: “Reconoce tus límites y entiende que es normal tener días malos. Permítete descansar y recuperarte sin sentirte culpable por no ser perfecto. Aceptar que no siempre puedes cumplir con todas las expectativas es esencial para mantener un equilibrio emocional y evitar el agotamiento”.