Editorial “18 Octubre 2020: A un año del estallido social que empoderó a la ciudadanía”

Hace, justo un año, en todo el país, comenzamos a ser testigos del agotamiento de la ciudadanía, del cansancio arrastrado por años, por décadas, víctima de abusos por parte de quienes ostentan el poder y de un sistema que beneficia a unos pocos. Para eso fue pensado.

Y ese cansancio se tradujo en manifestaciones, en convocatorias multitudinarias en las que miles de familias, padres con sus hijos pequeños y adolescentes, caminando en las calles, pidiendo un sistema social y económico justo.

Banderas de colores, las “chapitas”, los pañuelos con la imagen del fallecido y recordado “Perro, mata paco”, pancartas y carteles levantados por distintos grupos, fueron parte del escenario visual de este llamado estallido social.

El lumpen

En la otra vereda, de ésa llena de rabia, de odio, de soberbia y violencia, apareció el lumpen, los delincuentes que ocasionaron destrozos, rompieron todo lo que encontraron a su paso, a lo largo del país, quemaron todo lo que quisieron, saquearon supermercados y negocios de barrio.

Esa manifestación del lumpen, no tiene nada que ver con las legítimas demandas sociales, lo que ellos hacen es promover e incitar la violencia, las peleas y trifulcas con Carabineros y terminan por romper las marchas de quienes de manera pacífica ejercen su derecho a la libertad de expresión.

El lumpen no es manifestación, es delincuencia. Lo otro, las familias, gente con amigos, sola, sumándose en las calles a un sentir popular, cantando, levantando las manos, asistiendo a eventos gratuitos organizados por artistas.

¿Y qué cambió?

Lo cierto es que a un año de este estallido social, poco ha cambiado en términos generales. Lo más importante es conseguir que se realice un Plebiscito, cuya fecha se modificó originalmente, pero que será el próximo 25 de octubre.

Ése es el gran logro de quienes se hicieron parte del estallido social en paz, con miles y miles de personas en las calles del país.

Seamos claros, el Plesbicito es el logro de una ciudadanía empoderada, no de los delincuentes, del lumpen.

Imágenes que recorrieron el mundo

Esas imágenes de movilizaciones pacíficas impactaron al mundo y las fotografías de miles de chilenos, por ejemplo, en Plaza Italia, levantando una bandera, fue portada de medios extranjeros.

La imagen, precisamente, de miles de chilenos, fue histórica, hermosa y una señal de chilenos uniéndose en pos de un bien común, del bien común para todos, ya no más para un grupo, para los afortunados, para los apitutados, para los preferidos en el sistema.

Sin embargo, ¿qué más ha cambiado realmente?

La verdad es que nada, porque el acuerdo alcanzado por el oficialismo y la oposición, supuestamente, para salvar la democracia que, algunos dijeron que estaba en riesgo con el estallido social, fue un acuerdo para asegurarse ellos, no al país.

De eso, usted se enteró después de meses, pero no fue un acuerdo de nobleza pensando en la ciudadanía, no, fue un acuerdo que les permitiera a los políticos seguir donde están, precisamente, en las cúpulas del poder.

Con la aparición del Covid-19, el panorama se hizo aún más complejo: cuestionado manejo de la pandemia por parte del Ministerio de Salud, denuncia de manipulación de cifras de fallecidos y contagiados.

Seguido de una investigación del Ministerio Público contra el ex Ministro, Jaime Mañalich, el Presidente, Sebastián Piñera y los Subsecretarios, Paula Daza y Arturo Zúñiga.

A eso, sumado la fallida acusación constitucional contra Mañalich, la semana pasada, y donde “gracias” a los votos de diputados de oposición, no se dio luz verde a la acusación y, hasta ahí no más llegó el intento de responsabilizar en términos políticos al ex Secretario de Estado, amigo de Sebastián Piñera y accionista del sistema privado de salud en Chile.

¿Qué más tenemos?

Al Gobierno, interviniendo en otro Poder del Estado, como es el Poder Judicial, para no entregar los emails del entonces Ministro, Jaime Mañalich, relacionados con el manejo del Covid-19.

Y, después de una seguidilla de cuestionamientos por la negativa a entregar esos mensajes, desde el Minsal se indica que se van a revisar uno a uno los e mails que se entreguen.

¿O sea, para seleccionar las pruebas que proporcionen?

Hay que agregar los bonos, algunos que llegan a la población y otros a los que no se puede acceder por la cantidad de requisitos que se deben cumplir.

Retiro del 10%

Con el primer retiro del 10% de las AFP, algunos aseguraron que el país se iría a pique, que se destruiría Chile. Nada de eso pasó, al contrario, esos mismos augureros, salieron a pedir disculpas, por sus dichos.

Con el retiro del 10% la economía mejoró un poco, porque hubo movimiento en el mercado, la ciudadanía que no tenía trabajo, ni dinero para mantenerse día a día, salió a los negocios a comprar, lo que quisieran, comida, ropa, celulares, plasmas, lo que quisieran.

¿No es un derecho gastarse el dinero que es de uno, producto de nuestros ahorros en lo que cada cual quiere?, ¿quién se puede arrojar la atribución de decirme si está bien o no en lo que quiero gastar mi dinero?

A la Ministra del Trabajo, se le olvidó ese derecho, cuando dijo que estaba segura que muchos chilenos se gastarían el 10% en comprar plasmas. Y, horas después de esa desafortunada frase, salió a cambiar lo que dijo, por una frase más, supuestamente, más amable.

Y, ahora, se está discutiendo un segundo retiro del 10% de las AFP, pero en la modalidad de auto-préstamo. ¿Por qué usted se tiene que pedir un auto-préstamo con su propio dinero? Absurdo y es una clara defensa por parte de los sectores de poder, para cuidar a las AFP.

¡Carabineros en la mira!

En medio de este panorama, tenemos las denuncias contra Carabineros de Chile por malversaciones al interior de la institución, con millonarios robos y los abusos cometidos en materia de derechos humanos, en el marco del estallido social.

Hace unas semanas, por ejemplo, fuimos testigos del Caso Pío Nono, donde un uniformado lanza desde 7 metros de altura a un manifestante.

La imagen dio vuelta en la prensa internacional, el carabinero a través de una carta dijo que nunca quiso empujar y lanzar al vacío al menor de 16 años.

Hay una investigación de por medio y en contra del carabinero se abrió un sumario no por la gravedad de la denuncia, sino porque en el momento de ocurrido el hecho portaba una cámara de grabación que no estaba autorizada.

Ante los informes de organismos internacionales por los abusos perpetrados por Carabineros, en las movilizaciones, el Gobierno, los Ministros de turno se han cuadrado con la institución, protegiéndolos y tratando de esquivar, lo que más pueden, la solicitud de algunos sectores de la oposición que piden la salida del general, Rozas.

Así las cosas, el Plebiscito que se viene el 25 de octubre es el gran logro de quienes han sido parte del llamado estallido social. Un avance que para muchos era inimaginable y casi imposible pensar en la posibilidad de cambiar la Constitución.