Editorial: ¡2020, el año en que el Covid-19 dejó en evidencia las improvisaciones en políticas públicas de salud!
Se partió diciendo que se estaba observando lo que ocurría en el verano en los países de Europa ante la pandemia del Covid-19.
Y llegó el virus a Chile, sin políticas públicas definidas con anticipación, claridad y comunicadas correctamente a la población, a la comunidad, como usted le quiera llamar.
Se empezó a hablar de la inmunidad de rebaño, de las insólitas cuarentenas dinámicas (absurdas, desde toda lógica), ¡se puede salir a tomar un café!, ¡se puede salir y comer una empanada!
Surgió después y tras la evidencia de contagios y muertes que iban en aumento, con cifras acomodadas por las autoridades, no informadas a la población, el “Plan Paso a Paso” que siempre ha sido a la “chilena”, rapidito, a destiempo, a última hora.
La gente en cuarentena en espacios reducidos y un, entonces, Ministro de Salud, Jaime Mañalich, que recién, bajo ese contexto, se entera que, en Chile, existe aún el hacinamiento, que hay familias que, difícilmente, pueden respetar la distancia física.
Eso, no hizo más que demostrar que hay algunos, que no son pocos, que viven en un mundo paralelo, en una galaxia distinta, y todos los demás son una suerte de “alienígenas” –recordando la frase de la Primera Dama, Cecilia Morel-.
Se comenzaron a cerrar los negocios, los despidos al por mayor y cierre del aeropuerto que sabemos que nunca ha sido cierre real, porque detrás de eso, estaba la orden de los Ministerios de Hacienda y de Economía para seguir adelante con la entrada de recursos al país.
¡Chile abre fronteras a nueva variante de Covid-19!
Y la muestra del error cometido es que una chilena –muy campante- que estuvo en el Reino Unido viajó hasta Madrid y de ahí a Santiago y, después, al Sur del país. Y la viajera, trajo nada menos que la variante del Covid-19 detectada en el Reino Unido.
¿Y por qué no cerraron completamente el aeropuerto?, ¿por qué en este país, las cosas se hacen a medias y se hacen mal?, ¿qué esperaban que la variante del Covid-19 no llegara al país, si no hicieron nada para impedirlo?
Ante la pregunta de un periodista a la Subsecretaria, Paula Daza, precisamente, por no haber cerrado el aeropuerto y no permitir la llegada de pasajeros (chilenos o extranjeros a Chile) y prevenir contagios, la funcionaria pública, dijo en la jornada de ayer: “Las medidas que estamos tomando hoy son transitorias. Nosotros, estamos en un proceso de aprendizaje, estamos teniendo información todos los días, sobre las medidas que estamos tomando”.
A detener la mediocridad
Lo cierto es que ya el país no está en condiciones para que quienes son las autoridades, digan que están en proceso de aprendizaje. Tuvieron, desde el verano para aprender y, no hay caso, siguen improvisando.
¿De qué aprendizaje habla la Subsecretaria, Paula Daza?, ¿están aprendiendo qué? Acá, se requieren expertos, no voceros que no tienen idea de lo que hablaban, que se apoyan en papeles y evaden las preguntas de la prensa cuando la interrogante les exige un poco más de conocimiento.
¿Y la trazabilidad?: Con método precario
Lo que agrava aún más la falta es que desde el Ministerio de Salud se ufanen de tener buen sistema de trazabilidad.
¿De qué hablan?, ¿por qué la Subscretaria, Daza, apareció ayer con un papel escrito a mano con el número de Salud Responde para que los pasajeros de los dos vuelos que abordó la chilena que trajo la nueva cepa de Covid-19 detectada en el Reino Unido, se contacten con el Ministerio?
Esta situación, en cualquier país desarrollado, le costaría la renuncia a la Subsecretaría, Daza, por la evidente ineptitud para enfrentar la pandemia. ¡Vergonzoso, es a decir, lo menos!
¿Alguien en el Ministerio de Salud reconocerá el error que cometieron?, ¿serán capaces de admitir que “El Paso a Paso” no ha servido?, ¿decir que el “Fondéate en Casa” fue una mala estrategia? Y, ser sinceros y decir que ahora sí, que todos juntos, vamos a luchar contra el Coronavirus.
¡Los trabajadores de la salud marginados!
Y en el caso de la salud pública, a destiempo, en medio del peak de la pandemia, se contrató personal adicional, cuando los hospitales no daban abasto.
Los trabajadores de la salud denunciando que no contaban con elementos de protección, ellos mismos armaron trajes especiales para atender a los pacientes contagiados, ellos mismos gastando sus ingresos para comprarse guantes y mascarillas, porque las dos mascarillas que les entregan en los servicios, no sirve para turnos de más de 24 horas.
Se consiguió un bono de $200.000 para los trabajadores de la salud por el trabajo realizado en pandemia. Algo positivo, ya que lo que desde el Minsal se pedía era armar una cadena de aplausos para los funcionarios del sector salud, pero el aplauso es un aliciente, un estímulo, pero no se puede pretender que con un aplauso, la gente que ha estado apoyando a los pacientes con Covid-19, conectados a ventiladores mecánicos, ni siquiera recibieran un apoyo económico. Eso, es lo mínimo, porque hasta un ¡Gracias! Queda corto.
Tenemos en curso, por parte del Ministerio Público, una investigación por las muertes por Covid-19, en contra del ex Ministro, Jaime Mañalich, la Subscretaria, Paula Daza y el, ahora, ex Subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga. Este último, renunció, porque quiere seguir su carrera política y no sabe si ser constituyente o parlamentario. ¡Así de simple y fácil, desligarse de las responsabilidades del cargo que ocupó y con denuncias de irregularidades en los contratos con las residencias sanitarias y con deudas a Espacio Riesco!
Panorama 2020
Este es el panorama en 2020. ¡Lamentable, una verguenza, que deja en claro que Chile es un país subdesarrollado!
Estamos a poco de que llegue el 31 de diciembre. Si hay algo que se puede celebrar es estar vivos y no contagiarnos. Hay quienes, lamentablemente, ya no tienen esa oportunidad.
De usted depende llegar al 2021 y creer que, de verdad, Chile puede ser un país mejor cada día, pero todos apoyando, todos, al menos, respetando al otro.
De lo contrario, el Covid-19, nos quitará la vida a todos, sin que ni usted, ni nosotros nos demos cuenta.