Editorial: ¿El próximo caído del Gobierno será el Ministro del Interior, Gonzalo Blumel?
¡Una derrota! Así de evidente fue para el Gobierno, la aprobación por parte de la Cámara de Diputados, de dar luz verde a la idea de legislar el proyecto de retiro del 10% de los fondos de pensiones. Con un total de 95 votos a favor ((se requerían 93), 25 en contra y 31 abstenciones, con votos de apoyo que incluyó a parlamentarios del oficialismo, se marcó un escenario nuevo, que marca un antes y un después de un Chile que busca cambios, que está presionando para que estos se materialicen y que algunos de la clase política, han escuchado de verdad o sólo lo hacen por conveniencia, pero se pusieron del lado de la ciudadanía que, en medio de la crisis sanitaria y económica, reclama por tener acceso a sus ahorros, los que les pertenecen y no son de los empresarios, dueños y accionistas de las AFP.
Lo que ocurrió en la jornada del martes, en la Cámara de Diputados, se trata de un hecho que muchos califican de histórico, porque al margen de los obstáculos que el Gobierno y su séquito de ministros hicieron para que no se aprobara la idea de legislar, todo el lobby que desplegaron no les sirvió de nada. Y es la peor derrota política de un gobierno, después del retorno a la democracia.
Y el día de la votación fuimos testigos de varias escenas que, cierto pudor, al menos generan: un diputado denunciando que otro, debido a las presiones del Gobierno para que no apoyara la idea de legislar el retiro del 10% de los fondos de pensiones se habría descompensado y desmayado, otra imagen fue la de los jefes de bancada de Chile Vamos llegando a La Moneda para reunirse con el Ministro, Gonzalo Blumel, el titular de la Segpres, Claudio Alvarado, y el de Desarrollo Social, Cristián Monckeberg.
También la reunión a puertas cerradas del Ministro de Hacienda, Ignacio Briones, con los diputados de la coalición de Gobierno para “convencerlos” de no respaldar la iniciativa y cuadrarse con los designios e intenciones del Ejecutivo. Y desde Hacienda, el Ministro con un fallido paquete de ofertones para motivar a los parlamentarios a despreciar el retiro del 10% de los fondos y algunas de las propuestas fueron un nuevo Ingreso Familiar de Emergencia, disponible sólo con inscripción en el Registro Social de Hogares, un nuevo tramo de subsidio al arriendo y la duplicación de la cantidad de beneficios a entregar; una rebaja de un 25% en el total a pagar en el préstamo solidario del Estado y una ampliación de 29 a 89 días en el plazo máximo de mora para acceder a la postergación de cuotas del crédito hipotecario.
Otras escenas fueron protagonizados por ministros que, desde carteras que no tienen nada que ver con temas de la economía nacional, salían en los medios de prensa, hablando del perjuicio que implica, según ellos, el retirar los fondos y generar condiciones más precarias para la jubilación.
A eso se sumó las apariciones de algunos parlamentarios de oposición que también se manifestaron en contra de la idea de legislar el retiro del 10% de los ahorros de las AFP, con argumentos, o mejor dicho, sin argumentos de peso, o bien fundados y documentados, sino más bien, con posturas que parecen que nacen más bien desde sus estómagos, más que desde la lógica y el sentido común y, de paso, con un afán de proteger y resguardar a las AFP, que no se les toque y tampoco a los grandes empresarios que están detrás de las instituciones.
Durante esta semana, sin duda, que los ciudadanos hemos presenciado el ir y venir de comentarios y declaraciones de la clase política, la mayoría sin fundamentos, que demuestran el por qué este país tiene un Congreso con, supuestamente, representantes de la ciudadanía con bajos niveles intelectuales, con poca formación y que, no son más que el reflejo de los beneficios de militar en un determinado partido y la política es y ha sido su trampolín para escalar peldaños, pero escalar en inteligencia, en desarrollar conocimiento, nada.
¡La trastienda!
Antes de la votación del martes, el ambiente al interior del oficialismo se fue tensando cada vez más, al punto que, por ejemplo, la Comisión Política de la UDI, a través de una declaración pública, acusó al Gobierno de falta de conducción política y apuntó en un personaje del Gabinete, gran parte de la responsabilidad: Gonzalo Blumel, Ministro del Interior, quien la verdad de las cosas, está, pero pareciera que no está, que está ausente y cuya conducción de la cartera ha recibido críticas desde su propio sector.
Al interior del Congreso, fuentes consultadas por “Cápsula Informativa” comentan que sobre el Ministro del Interior, Blumel, se tiene la idea de que es un profesional al que le falta calle, no cercano a la realidad, a la gente común y corriente y que, además, tiene cero capacidad de negociar con los políticos.
De hecho, a Blumel, en los pasillos del Congreso lo apodan “El planta”, porque al igual que una planta, está, se mantiene sin mayor movimiento y ahí puede permanecer por largo tiempo e, incluso, si está o no, pasa inadvertido, su presencia ni siquiera se nota. Más carismático, sería al lado de Blumel, el personaje de dibujados animados “Gasparín” que, pese a ser un fantasma, se veía o su presencia se hacía notar. Con Gonzalo Blumel, ni siquiera eso pasa.
La gestión de Blumel, en su calidad de Ministro del Interior, ha sido cuestionada por cierta debilidad y no mantiene la seguridad pública ni con un Estado de Excepción constitucional. A pesar de que, alguna veces, levante la voz hablando de combatir la delincuencia o de que se termine la”chacota” en tiempos de pandemia con gente jugando fútbol o participando en actividades de más de 20 personas, no tiene credibilidad, no se impone.
Su cero manejo y habilidad de negociar con la clase política, ha llevado a que en los últimos días, uno de los partidos, hasta ahora, más leales a Sebastián Piñera, como es la UDI,cuestionara la forma en que el Gobierno está llevando adelante esta segunda administración y el rol que en materia política, de acuerdos, de tiras y aflojas, de presionar y ceder, no cumple Gonzalo Blumel.
A estas alturas, lo que evidenció esta derrota sufrida por el Gobierno en cuanto a la aprobación de la idea de legislar sobre el retiro del 10% de los fondos de pensiones, es el fracaso del Comité Político, del mal rol que está desempeñando el Ministro Blumel y que, considerando el pésimo escenario en que se encuentra el Gobierno, lo que corresponde es que Blumel de un paso al costado, que deje el Gabinete.
La salida de Gonzalo Blumel podría generar un clima de menos tensión entre el oficialismo y el Gobierno, en busca de la designaciónde un Ministro con trayectoria política, que conozca la calle, que sepa negociar, hacer lobby, que aglutine a las fuerzas de la derecha. Hoy, esas fuerzas están dispersas, entre unos y otros se están comenzando a lanzarse tierra y Chile Vamos, no va para ninguna parte, hace rato que perdió el rumbo.
Hay que agregar que este miércoles, el cuestionado Ministro del Interior, habló sobre la aprobación de la idea de legislar el eventual retiro del 10% de los fondos, sin hacer ni siquiera un mea culpa, sino que se limitó a decir: “En nuestra coalición no tuvimos capacidad de actuar con unidad”.