
Editorial: Frente a la crisis en seguridad: ¿una nueva versión de Boric y otra voltereta?
Sería iluso, a estas alturas de la compleja situación en materia de seguridad que se enfrenta en el país, no recordar que el actual Presidente, Gabriel Boric, cuando fue dirigente estudiantil y, luego, diputado, siempre se mostró contrario a la labor de Carabineros y, en general, de las Fuerzas Armadas.
Ahora, cuando estamos ante una ola desatada de delincuencia, Boric (porque no le queda otra opción y a su gobierno, a su inepto equipo de ministros) se instala del lado de Carabineros, lo que, a muchos, les resulta poco creíble, por no decir, una falsedad absoluta.
Y el Jefe de Estado, habla con los medios de prensa con las manos en los bolsillos, mientras camina, para referirse a los temas de seguridad que lo tienen en la cuerda floja y ese gesto de las manos en los bolsillos, demuestra una actitud de prepotencia, a través de su lenguaje corporal. Ese aspecto, también debiera manejarlo y sus asesores.
Un asunto es lo que Boric dice, pero otro es que a través de su lenguaje corporal refleja que el escenario de rechazo en el que está envuelto, le molesta, le da rabia y debe estar usando u otro que otro fármaco para contenerse y no hablar golpeado y con escaso control, como ya lo hemos visto. Hasta se le ha visto un poco más lento al hablar. ¡Juzgue usted!
¿Una cercanía real?: Se levanta el telón del show
La cercanía obligada de Boric con las Fuerzas Armadas y, en particular, con Carabineros, contrasta con esa canción que sin tapujo repitió hace un par de años, mofándose, donde decía: “Esta no es una canción, es un insulto radical, cómo quisiéramos “mear” en un casco militar. También podríamos quemar una bandera de Renovación Nacional, ver tirados en un basural a uno que otro puto general y a un cura facho y maricón”.
En los últimos días y ante el cambio de actitud del mandatario magallánico frente a Carabineros -ahora, brindándole todo el apoyo y respaldo que, en la práctica, no tienen-, el senador del PS, José Miguel Insulza dijo que “está pendiente” el mea culpa de Presidente Boric y figuras de gobierno por expresiones contra Carabineros. Lo cierto es que de mea culpa nada.
Por su parte, la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo –otra ex dirigente estudiantil que logró llenar páginas en los diarios cuando salía a protestar a las calles, teniendo también una mirada y postura en contra de Carabinero, se estará dando cuenta que ¡Otra cosa es con guitarra!
Y, ahora, en su nuevo rol de Secretaria de Estado, como comunista con sus labios rojos bien pintados y con una cantidad enorme de lentes, dependiendo de la tenida que usa (propio de la izquierda de “caviar”), salió en los medios muy campante, señalando lo siguiente: “Ahora, la prioridad del país, es ponernos de acuerdo en materia de seguridad, no nos sirven las peleas políticas, con excepción de los delincuentes a quienes les sirve…Por eso, el llamado es a la colaboración, no a la división, a la humildad y no al aleccionamiento, a la ayuda y no a los ataques”.
¡Qué manera de darse vuelta la chaqueta esta ex diputada y ex dirigente estudiantil! Ése es su único CV, ya que donde está instalada y estuvo, es sólo por ser militante comunista, no por trayectoria política o por una dedicada carrera profesional. ¿Ella, Camila Vallejo habla de no al adoctrinamiento? Pero, ¿cómo? Si el PC, su partido, adoctrina a quienes están en sus filas y los transforma en ovejas obedientes que no mueven las aguas y que los derechos humanos son para algunos, por ejemplo, para los delincuentes, pero no hablan de dictadura ni en Cuba ni Venezuela y se van de viaje a esos países. Contradictorio, ¿no?
El gobierno de Boric, cuenta con un bajísimo respaldo ciudadano (se va quedando sólo con los arbolitos que lo respaldan y que no cuentan con mayor instrucción y son parte, la gran mayoría, de los milenials desinformados), y está en un punto de quiebre en materia de seguridad. En ese aspecto, ha influido la actuación impune de los delincuentes, muchos migrantes que llegaron con amplios prontuarios y los dejaron pasar como si nada. ¡Bienvenidos los delincuentes extranjeros, el crimen organizado, los asesinatos, los sicariatos!
Uno se pregunta, ¿tenía que ocurrir el asesinato de una funcionaria de Carabineros (recibió abucheos y gritos de “fuera” por parte de los vecinos de la asesinada carabinera) para que el gobierno se dé cuenta que la delincuencia está desbordada y que, en un año, su único tema real de interés es el famoso proceso constituyente (les fue mal, en el primer intento) y la Reforma Tributaria ( rechazada la idea de legislar).
Y bajo la improvisación que caracteriza a esta administración, lo que faltaba, como si fuera poco, fue el anuncio de Boric de que participará en un procedimiento de Carabineros. ¡Qué ni se le ocurra, porque no lo van a recibir, precisamente, con aplausos y constituye un show político y una provocación innecesaria!
Mejor que guarde silencio que otros hablen por él y que no se equivoque en un punto de prensa y hable de Tohá como Presidenta y luego diga “la Ministra”. Esos errores, dan cuenta de que parece que el Mandatario está en algún lugar, pensando quizás qué, pero no en sintonía con Chile.
¡Vamos por mal camino…!

