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Editorial: ¿Y los niños del Sename?No son votos cautivos, entonces, al final de la fila

A casi dos años de publicar el libro de investigación periodística “Los crímenes del Sename” (diciembre 2018), nada ha cambiado.

Peor aún, nada nuevo ha ocurrido para los niños y adolescentes que están bajo el “cobijo” del Servicio Nacional de Menores. Y decir “cobijo”, la verdad es que el término queda grande, porque los niños y adolescentes del Sename, nunca han sido parte de políticas públicas reales de los gobiernos de este país.

Independiente de las coaliciones gobernantes, con arcoiris y con frases de buena crianza, nada positivo se ha traducido en mejoras para los niños del servicio.

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El sistema no es el adecuado ni para aquellos que son delincuentes y están en los recintos y tampoco para quienes son enviados por medidas de protección para “se supone” estar mejor.

¡Nada es importante!

Y a propósito de un reciente artículo publicado por Cápsula Informativa sobre la preocupación de los trabajadores del Sename por la llegada de la nueva y desconocida para ellos, directora de la entidad, Rosario Martínez, viajó esta mañana a Talcahuano.

La funcionaria tiene la primera gran tarea de evaluar lo que está ocurriendo en los centros del Sename y, en particular, en el recinto (Hogar Carlos Macera) donde ayer Carabineros le disparó a dos menores de edad.

Hoy, el Presidente, cuando se refirió a lo ocurrido habló de “menores accidentados”. Sí, usted lee bien, “accidentados”. ¿Qué le parece a usted?

Es tan grave lo sucedido en el hogar en Talcahuano, que le costó la salida de Carabineros, al general director, Mario Rozas. Será reemplazado por Ricardo Yáñez.

Cuando se habla del Sename, surgen varias preguntas:

  • ¿Cuánto saben las autoridades del Sename lo que ocurre en los hogares?
  • ¿Las autoridades saben que los menores en los centros siguen sufriendo?
  • ¿Saben que no acceden a tratamientos psicológicos, porque los hospitales no los reciben?
  • ¿Saben que siguen muriendo menores por causas extrañas?
  • ¿Saben que los menores agreden a los funcionarios?
  • ¿Pensarán que los centros del Sename son como la “Casita en la Pradera”?
  • ¿Qué abogado defiende a los niños?
  • ¿Qué abogado defiende a los trabajadores que los trasladan para que no denuncien?

Lo que pasa en el Sename es un submundo del que ninguna autoridad política se hace cargo.

Bueno, convengamos que, al menos, recuerdan al Sename en tiempos de campaña. Todo voto sirve!, pensará el más ingenuo y el más hipócrita también.

Eduardo Frei Ruiz-Tagle calificó a Chile como “El Jaguar de Latinoamérica”. Con suerte, Chile es un gato, un gato mojado y casi sin aliento.