El autocuidado en Cuarentena
Por: Fernando Marchant, Psicólogo de Vidaintegra.
“En casa, lo recomendable es estar informados, pero no sobre informados, porque esto último puede generar un clima de tensión que afectaría a los más sensibles o sugestionables de la casa. Es importante que haya una persona que haga de líder, para explicar y aclarar lo que esté sucediendo, con respeto y apoyo hacia los demás, siempre manteniendo la calma.
En casa, es bueno buscar entretenciones que ayuden a distraer o bajar la tensión, como jugar con sus mascotas, escuchar música, leer un buen libro, conversar en familia, recuperar sueño perdido o conectarse con amistades a través de la red. Mantener una buena actitud emocional proactiva, enmarcada en la esperanza, la solidaridad, el buen humor, el respeto y la confianza.
Teletrabajo: Tomando las medidas aprendidas por otros países, siguiendo los lineamientos técnicos de las autoridades de salud y cumpliendo en lo personal con dos ingredientes: Confianza y obediencia a lo solicitado por las autoridades respecto a los cuidados de la salud. Respecto al trabajo, muchas personas ya se han ido adaptando al teletrabajo, es aconsejable que programe horarios, metas y descansos. Es importante que prime su autoevaluación sincera y objetiva respecto a su rendimiento.
Cómo explicar a los más pequeños:
- Use un lenguaje claro y preciso, no use términos tan científicos.
- No transmita pánico, miedo o inseguridad.
- Exprese con calma y certeza sus contenidos.
- Explique que hay que cuidar la salud, que necesitamos evitar el contagio con el virus, por eso es tarea de todos cuidarnos en casa.
- Que hay que cuidar más a los ancianos, por eso los niños y jóvenes deben ser muy colaboradores.
Las personas con un cuadro depresivo deben mantenerse en casa junto a sus familiares, conectar con amistades, no interrumpir sus tratamientos, realizar actividades en casa, pintar, tejer, realizar artesanía, buscar cosas que le den satisfacción personal. No abandonarse al pesimismo, no caer en actitud de criticarlo todo, buscar abrirse a cosas nuevas, aprender un instrumento, un idioma, buscar hacer platos nuevos etc. Lo importante es rodearse de gente con buena vibración y jamás perder el humor.
El cuerpo ante estas condiciones se agota, somatiza con diversas afecciones, alergias, dolores, insomnio, alteración del apetito, fatiga, nerviosismo, alarma, ansiedad, depresión y mucho estrés. El cuerpo se aprecia muy agotado y no hay ganas de nada, ni motivación, se queman las neuronas, todo se oscurece. Se liberan muchas sustancias del miedo y del estrés que afectan nuestra salud física y nuestros procesos mentales superiores, como la concentración, la atención, el mejor pensar y el analizar, en el fondo, la razón de va enlenteciendo. La neuro plasticidad cerebral se va desdibujando, el pensamiento divergente es reemplazado por ideas fijas y convergentes, perdiendo la creatividad y la adaptación y la visión de mejores oportunidades.
Reflexión
El aislamiento social y sobre todo ahora donde muchos entraremos en cuarentena obligatoria, puede, si lo permitimos en consciencia, ser de mucha utilidad personal para cuando todo esto acabe.
Es importante valorar el autocuidado psicológico de esta condición transitoria, ya que el resultado va a depender de muchas variables, pero también, de nuestra disposición de cómo enfrentamos esta pandemia. Si reflexionamos bien, puede llegar a fortalecer nuestra base emocional, conductual y relacional.
Si por diversas razones de nuestra historia vital, conectamos con problemas de autoestima, desvalorización de nuestra persona, dificultades de autoeficacia, o situaciones de dolor y fracaso, en momentos de crisis y soledad, la mente puede revivir aquellos condicionamientos de orden negativo y disruptivo, volver a afectarnos en lo personal y con ello también incidir en nuestras relaciones con los demás.
Por otro lado, el aislamiento da muchas veces la posibilidad de reconectar con nuestra fortaleza interior si existe dolor y pena. Esas lagrimas limpian lo que no podíamos ver o mirar con claridad, sólo así la percepción se agudiza y puedes volver a la acción con más fuerza y valor.
Se puede lograr ampliar la mirada, ver con más precisión lo que tienes que realizar, conectar con la intuición, que es la energía y materia prima que nos acompaña desde que el mundo es mundo. Dicha energía que hace que nuestra experiencia vital sea siempre renovada, siempre adelante y siempre cambiante para bien o para mal, pasa a ser una experiencia de la cual se logra la adaptación con más fortalecimiento y con más seguridad.
Los primeros poetas de la historia acuñaban la expresión “capacidad negativa”, aludiendo a nuestra habilidad para atravesar la incertidumbre, sin cuestionamientos o temores, con la confianza de salir adelante. Hemos dejado por unos meses, parte de la comodidad acostumbrada, lo predecible y esperado. Ahora, en nuestra soledad personal en contacto con lo inesperado, de seguro, es la oportunidad para aprender nuevas virtudes y valores.
Es claro que el lado opuesto, siempre existe en la mente, aprovechemos entonces de quedarnos del lado de la fuerza. En la vida, la curación de cualquier dolencia física o mental pasa por diferentes “colores”, primero aparece lo negro, (lo terrible, la muerte), luego, aparece y transita de lo rojo a rosado, (la sangre, lo vital palpitando), para finalmente, al acercarse a la salud, todo vuelve a lo blanco y sano… Es un proceso natural, y siempre es así”.