¡Eres princesita! La envidia y rabia del chileno mal enfocado, torpe y mediocre
Por: Daisy Castillo Triviños
“Opté por estudiar periodismo, porque sería ser escritora y, no necesariamente, el ser periodista me permitió hacer un libro. Sin embargo, lo hice y publiqué en 2018, “Los crímenes del SENAME! Y, orgullosa de que alguien pare su vida y quiera leer e informarse de lo que ocurre al interior de los recintos del SENAME y de las llamadas organizaciones colaboradoras, donde los niños debieran estar al “resguardo” del Estado.
Ante la ignorancia, se necesita que cada uno por sí mismo se nutra, se informe, que lea para que pueda conocer y tener un juicio de opinión fundado, los juicios de valor, se los dejo a los desinformados, al lumpen y a quienes se mantienen en sus cargos siguiendo el “yes man” o el “yes, women”.
Hablo por mí, con 24 años ejerciendo en medios periodísticos de derecha y de izquierda, y me aceptaron sin militar en ningún partido y, nunca fue tema, porque tuve directores y editores notables que lo único que les importaba es cómo escribo un artículo, una entrevista o un reportaje.
Y, en este estallido social se habla de lo que pasa con la ciudadanía, con alzas en todos los ámbitos y, a mí también me afecta. Pero, nadie, hasta ahora, repara, en cómo son los ambientes laborales, sobre todo, en sectores que uno espera humanidad, humildad, pero no, la envidia, aparece.
Y hablo por mí, y con una larga trayectoria a cuesta, de haber trabajado con los más notables directores y editores de medios de comunicación, siendo un pollo, con ánimo de aprender, del respeto, de agarrar lo del otro, lo bueno. Ese, Chile, me duró hace 8 años, donde los compañeros de trabajo, eran eso, compañeros, y si cuidarse, porque el cuchillo no lo tenían a mano.
He tenido en mi vida profesional muy buenas experiencias, de esas donde uno sabe que pasó un “angelito” e hizo que todo funcionara, con compañeros y compañeras que tenían en claro que el periodismo y las fotos geniales, era parte del reporteo. Trabajé en medios institucionales y en seis años en periodismo institucional fue genial. Haber tenido de jefe y ayudarle a editar sus libros, al ex juez, Juan Guzmán. Si eso, no es un avance profesional, no sé de qué otra manera se puede describir.
Y, sí, trabajé en un municipio, donde nunca me sentí a gustó, con un equipo –salvo algunos- donde el ambiente de envidia y el que no te sintieras parte, entonces, eras, prácticamente, marcada. Varias veces, me caí, en un terreno de la municipalidad que uno supone, pavimentados. Y, en una ocasión, había una reunión y yo vestida formal y chalas con taco, me caí, me hice pebre el codo y la rodilla derecha y una periodista de la unidad en la que trabajaba, me dijo: ¿Daisy, estás bien? Y acto, seguido su frase que la reveló: ¡es que estás vestida de princesita!
O sea, uno se viste para ir a trabajar, formalmente, no como fin de semana, y una persona que te dice “vienes de princesita”, ¿eso no es odio social?, ¿eso no es discriminar? Ése es el Chile, por el que muchos reclaman. Y, en ese Chile, hay resentidos sociales, que no entienden que una compañera que trabaja en un municipio, no va vestida de domingo, con jeans ,y como ellas acostumbraban, no era estar fuera del sistema. Simplemente, querer que el sistema fuera mejor, ¿por qué vestime como corresponde a un trabajo? La comunidad, necesita respeto y, uno, como asesora, debiera vestirse en calidad de trabajo.
El Chile de hoy, es parte de esas envidias de quienes se mantienen por años en cargos públicos, del “yes man”, “yes women”. Y, esa práctica, tiene cansados a los chilenos. Sin decir nombres, espero que la Municipalidad de Peñalolén, que, en algún momento estuvo a cargo de Claudio Orrego, se recupere, porque con la actual administración (cero empatía), posibilidad de reelección de la Democracia Cristiana, cero. Obvio, usted se habrá dado cuenta que lo que he dicho es bajo la “administración” de Carolina Leitao (DC)“.
Fotografía: 24horas.cl