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NACIONAL

“Gendarme de lujo”: acusado de amenazas de muerte, agresiones físicas e inculpa a colegas levantando pruebas falsas

Por: Equipo “Cápsula Informativa”

Increíble la permisividad y la mano blanda, por decir lo menos, es lo que está ocurriendo en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Temuco, donde un funcionario de Gendarmería, el sargento 2º, David Diocarez Catalán, quien cuenta con varias denuncias por agresiones físicas a sus colegas y hasta amenazas de muerte, sigue en la institución como si nada y bajo al alero del director nacional de Gendarmería, Christián Alveal.

David Diocarez, es dirigente gremial de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP) y presidente provincial de Cautín. Dentro del CCP de Temuco, lo cierto es que su figura es mirada con desconfianza y temor por las acciones en las que, de un día para otro, puede incurrir y que, como les contaremos en este artículo, pueden llegar a presentar falsas pruebas para que se abra una investigación contra algunos de sus pares y, después, se demuestre que no se ajustaban a la verdad sus denuncias.

La trama

David Diocarez, de manera voluntaria y espontánea –según consta en los documentos a los que “Cápsula Informativa” tuvo acceso en exclusiva-, declaró que un grupo de oficiales y suboficiales estarían involucrados, en hechos irregulares en complicidad con el interno, Felidor Hermosilla Hollander, ex estudiante de medicina veterinaria y quien, en 2006, asesinó a sus padres y los enterró en el patio de la casa.

La declaración de este sargento segundo fue ante el teniente coronel, Jefe (s) del Departamento de Investigación Criminal, Bernardo Olivares y el capitán, Alex Amigo, del Sub-departamento de Investigaciones Especiales de Gendarmería.

Gendarmería
Christián Alveal, director nacional de Gendarmería.

Lo que denuncia Diocarez es que, presumiblemente, Felidor Hermosilla habría confeccionado tesis y trabajos universitarios para ocho funcionarios, con el objeto de obtener títulos profesionales, en tres casas de estudio superiores: Iplacex, Pedro de Valdivia y Valle Central. Por el pago, el interno habría recibido entre $20.000 y $30.000

El sargento en cuestión testificó que, en junio de 2019, conversó con el reo Hermosilla, quien le habría hablado de los trabajos universitarios. Y es aquí donde la trama se empieza a confundir y las piezas de este dominó comienzan a caer una tras otra.

¿Por qué usted se preguntará? Porque el sargento segundo dice que en julio de 2019, es decir, un mes después de haber tomado conocimiento de la situación y de haber hablado con el reo Hermosilla, justo en la vía pública se le acerca una persona que le entrega un pendrive, señalando: “esto es para usted”.

De acuerdo a lo planteado por el gendarme, el pendrive “contenía una serie de archivos con tesis, trabajos universitarios de funcionarios de Gendarmería de Chile…” (habla de 104 archivos con tesis de los funcionarios).

Hay que señalar que de los ocho funcionarios afectados por la denuncia del sargento Diocarez, seis de ellos presentaron –en forma separada- una denuncia por injurias y calumnias, la que fue acogida por el Tribunal de Garantía de Temuco.

Las conclusiones de la investigación criminal

El Departamento de Investigación Criminal, conforme a las diligencias y en virtud a los antecedentes recopilados por personal del Departamento de Investigación Criminal, en base a los antecedentes obtenidos, logró establecer lo siguiente:

1.- En lo referido a los trabajos de universidad y confección de tesis, tesinas y proyectos de títulos para oficiales y suboficiales, todos los funcionarios argumentaron que las acusaciones realizadas por Hermosilla son absolutamente falsas, que nunca recibiera ayuda del recluso para el desarrollo de sus trabajos en educación superior para la obtención de asignaciones de título.

2.- Personal diligenciador presumen la posibilidad de que Hermosilla no cuente con medios de prueba que permitan evidenciar la real ocurrencia de los hechos y que, posiblemente, sus dichos tengan el objeto de dilatar los procesos investigativos internos de Gendarmería, a fin de manipular posibles escenarios a su favor o bien realizar en un futuro nuevas denuncias.

4.- Respecto a los antecedentes entregados por David Diocarez Catalán fue posible determinar que la carpeta contenida en pendrive, presuntamente entregado por un tercero no individualizado por dicho funcionario en el mes de junio de 2019, no corresponden a hechos realmente ocurridos, por cuanto al analizar los archivos es posible presumir fundadamente que estos fueron extraídos desde los equipos computacionales de la Oficina de Furrieles y del Jefe de Régimen, con fecha 15 de noviembre de 2019, es decir, cinco meses posteriores a la presente entrega de antecedentes a Diocarez Catalán.

5.- Que, en virtud de los antecedentes expuestos en la presente investigación, es posible presumir de manera fundada que la denuncia realizada tanto por David Diocarez y el interno, Felidor Hermosilla obedecen a hechos aparentemente manipulados y concertados por ambos, a fin de perjudicar a funcionarios que durante el transcurso del tiempo han tenido problemas laborales y de convivencia, particularmente, con el dirigente de ANFUP. Por cuanto, no es posible establecer que, efectivamente, Hermosilla realizó asesorías para la confección de trabajos de educación superior para personal institucional.

6.- En base a los antecedentes es prudente advertir que no es descartable que, tanto el interno, Hermosilla, como David Diocarez, realicen en un futuro nuevas denuncias carentes de medios probatorios, con el propósito de manipular a su favor una situación contractual, dañando la imagen de la institución y su personal…”.

Lo que llama la atención es que frente a estos hechos denunciados, el director nacional de Gendarmería, Christián Alveal, a pesar de estar en conocimiento del informe del Departamento de Investigación Criminal de la institución, no hace nada, no ha decretado ninguna acción. Simplemente, una vez más, mira de reojo, como si nada pasara.

Y, hay otro tema que consignar y es que los sindicatos, en este caso puntual, la ANFUP no se pronuncia sobre el actuar irregular de uno de sus miembros, simplemente, guardan silencio cómplice.

Esta práctica de algunos dirigentes de no decir nada, de no cuestionar a sus afiliados cuando incurren en acciones que no corresponden, es bastante habitual al interior de Gendarmería.

Varios son los dirigentes, por ejemplo, puntualmente los de ANFUP que están siempre en la vereda del director nacional de Gendarmería, cuidándole la espalda, protegiendo “al jefecito”. Y, en este caso, específico, han optado por no decir nada sobre su afiliado, el sargento 2º David Diocarez, a pesar de existir un informe que deja en evidencia que hizo una denuncia sin antecedentes reales ni probatorios.