Mañalich
NACIONAL

¡La caída de Mañalich! Como un juego de cartas

Por: Daisy Castillo Triviños

“Nuestro drama de la cuarentena en estos momentos es que hay un nivel de pobreza y hacinamiento que, perdón que lo diga, yo no tenía conciencia de la magnitud”. Ésa fue la afirmación, tal vez, más gráfica que dejó en evidencia la desconexión de Jaime Mañalich, ahora ex Ministro de Salud, con la realidad de Chile, de un Chile que, varios como él, simplemente desconocen, porque ese grupo no está entre los beneficiados del sistema, con privilegios que puedan compartir, porque no tienen privilegios.

La bullada salida de Jaime Mañalich del Gabinete de la segunda administración del Presidente, Sebastián Piñera, como ocurrió en la jornada del sábado 13 de junio, se produjo luego de las revelaciones que dieron cuenta de que algo no cuadraba con las cifras oficiales de fallecidos por Covid-19 en el país, entregadas a la OMS, y las estadísticas públicas que todos los días entregaba Mañalich y su séquito de funcionarios “yes man”, como la Subsecretaria de Salud, Paula Daza y el Subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, ingeniero comercial.

Y tal como algunos medios de comunicación internacionales señalaron, Mañalich, dimitió como resultado de su mala gestión frente a la pandemia. Eso, más allá de las flores que la vocera de Gobierno, Karla Rubilar, le arrojara tras su salida, con tantas frases positivas hacia el trabajo del entonces Ministro de Salud, como: “Quien puso todo su empeño y corazón para enfrentar este desafío del coronavirus que ha azotado a todo el mundo. Como Gobierno tenemos la convicción que el Ministro Mañalich lo dio todo para luchar contra la pandemia “.

Si uno prestaba atención a las palabras de Rubilar hacia Mañalich, entonces, había que preguntarse: ¿si era tan bueno en el cargo, porque el Presidente, Piñera, le pidió salir del Gabinete? Ahora, la lógica, indica que esas palabras, bien poco reflejan la opinión de la ciudadanía, de expertos reales en epidemiología y de gente entendida en la materia.

¡Castillo de naipes al suelo!

Otra de las frases que, el entonces, Jaime Mañalich pronunció fue la siguiente y que, sin duda, quedará en el recuerdo de los chilenos, claramente, no entre los buenos recuerdos. “Lo que hemos aprendido duramente en esta pandemia es que todos los ejercicios epidemiológicos, las fórmulas de proyección con las que yo mismo me seduje en enero, se han derrumbado como castillo de naipes”. Con esa frase, sin que lo dijera, de manera textual y sin reconocerlo, lo que dijo Mañalich fue que la estrategia del Gobierno, ante el Covid-19 ha sido un fracaso.

Incluso, el haber utilizado la metáfora del castillo de naipes, cuando se está hablando de la muerte de miles de chilenos, no sólo es de mal gusto, no corresponde, sencillamente, es demostrar una vez más la distancia con los otros, esos otros que estando en una vereda distinta, la del frente, corrieron mala suerte, a ojos de Mañalich.

Y, cómo dejar fuera de la lista de frases del ahora ex Ministro de Salud, Jaime Mañalich, que causaron polémica: “¿Qué pasa si este virus muta hacia una forma más benigna? ¿Qué pasa si muta y se pone buena persona? Más de alguien, de seguro, pensó que se trataba de una broma, pero no fue así, lo dijo en serio. El punto es que mientras Chile y la gran mayoría de los países del mundo estando haciendo frente a la pandemia del Coronavirus, lo cierto es que no hay espacio para lanzar frases “graciosas”.

Como resumen que da cuenta de la visión de Jaime Mañalich del sistema de salud público, mirada muy distinta a la que tiene la mayoría de los chilenos que se atienden en él y que, por lo mismo, fue un nuevo blanco de cuestionamientos, fue la siguiente: “Nuestro sistema de salud es uno de los mejores y más eficientes del planeta (…) comparado con los países de la OCDE y con todos los países latinoamericanos”.

Así las cosas, al parecer el ex Ministro de Salud, el mismo que ha recibido a través de redes sociales el apoyo de varios otros ministros y de sus seguidores más férreos, junto a las críticas de otros en Twitter, vive en una realidad paralela, de la que la gran mayoría de los chilenos, no conoce ni tiene la posibilidad de disfrutar.