Los crímenes del Sename: Nada que celebrar
Por: Daisy Castillo Triviños
¡”Los crímenes del Sename”! A propósito del “Día del Niño”, de la jornada del domingo 16 de agosto, hay que recordar que los menores vulnerables bien poco tienen que festejar o a alguien que les celebre su día.
Y, de eso, da cuenta, precisamente el libro “Los crímenes del Sename“.
¿De qué se habla en esta obra periodística?
Aquí le cuento:
En 2018, publiqué este libro que implicó más de un año de investigación, de buscar y acumular antecedentes.
Incluso, fui objeto de censura por parte de algunas “prestigiosas” y conocidas editoriales nacionales.
¿Por qué?
Por tratarse de una obra que, sin tapujo, habla de cómo las autoridades que han pasado por el Sename, en cargos de alta jerarquía, han mirado de reojo la relidad que existe y se vive en los centros.
Y por decir, algo que a muchos les molesta: varios de los que han pasado por el Sename, llegaron por cuoteo político, por sus influencias, no, precisamente, por talento y conocer nada de lo que es trabajar con menores vulnerables.
¡Otra cosa es con guitarra!, como dice el refrán. Pero, lo cierto es que los niños vulnerables, los niños que están o pasaron por el Sename no están dentro de la preocupación de las autoridades de turno.
¡Los niños primero!, es una frase que se oye bonita, pero que en términos prácticos, no se ajusta con el abandono en que se encuentran los menores del Sename y sus funcionarios.
Muertes: una situación nada de extraña
Hasta el deceso de Lissette Villa Poblete –a sus escasos 11 años, en el CREAD Galvarino—, los fallecimientos dentro de los recintos “de acogida y resguardo”, han sido una situación que se da con frecuencia.
Los directores de los hogares, sus funcionarios y los Ministros de Justicia y de otras carteras, de turno, junto a encargados del tema de las políticas de infancia en el país, designados por las administraciones gobernantes, lo saben.
Partamos, entonces, por reconocer que nada de lo que se ha dicho, nada de lo que han publicado los medios de comunicación (varios sólo con el afán de conseguir raiting y alentar el morbo) y han denunciado los expertos, es nuevo.
Perfil menores del Sename
En este libro, se da cuenta, por ejemplo, del perfil de niños que pasaron por el Sename e integraron la red de explotación sexual del empresario, Claudio Spiniak.
Esas historias de abandono, de desarraigo, con familias maltratadoras, se repiten una y otra vez en las vidas de miles de niños que, hoy están internados, o lo estuvieron alguna vez.
Los patrones son iguales en muchos casos, similares en otros.
Sinónimo de estar preso
Estar en el Servicio Nacional de Menores y en las OCAS es como estar en prisión, sin libertad, donde los menores pierden el contacto permanente con sus familiares.
Se les enajena, se les deja en un mundo donde son un número. Y se les llama, muchas veces, por un número, perdiendo su identidad.
Y surge, a la luz de los antecedentes contenidos en esta obra de investigación, la siguiente pregunta:
¿De qué sirvió el trabajo de la llamada Comisión Jeldres, de la Comisión Sename 1 y 2 de la Cámara de Diputados, del Informe reservado de la Contraloría General de la República a las organizaciones colaboradoras y las denuncias de autopsias con las conclusiones de causas de muerte modificadas para no perjudicar al Ministerio de Salud?
Junto a los problemas no sólo administrativos, de infraestructura y de falta de salud integral, en el funcionamiento del Servicio Nacional de Menores y las OCAS, se suma un dato adicional:
¿Qué pasó con los sumarios inconclusos de la ex fiscal, Solange Huerta, en su calidad de directora del Sename?
Es un tema delicado.
¿Por qué?
Porque se trata de 240 indagatorias por vulneraciones a menores por maltrato o agresión y 124 investigaciones internas con relación al incumplimiento o abandono de funciones.
De esas 240 indagatorias, 89 corresponden a casos de abuso sexual, 69 por irregularidades en procedimientos y 368 están catalogadas como “otros casos”.