
Los desgarradores testimonios de hijos cuyas madres fallecieron en el mega incendio: “Soy un muerto en vida”
El 2 y 3 de febrero quedará marcado como los días en que se registraron los siniestros más graves del país y con víctimas fatales. El dolor aún persiste y los que sobrevivieron, no piden nada, sino, al menos, que las autoridades se acerquen y les den las condolencias, porque son personas, dicen, no números.
Un total de 136 personas murieron en los incendios provocados el 2 y 3 de febrero de 2024. Se cumplió hace unos días, un año del fallecimiento de las víctimas y el dolor de quienes sobrevivieron, sigue ahí, día a día se le viene a la memoria los gritos, llantos, aullidos y las imágenes que conservan los que pudieron salir con vida, pero que, en medio de las llamas, perdieron a sus seres queridos.
Cuando a la muerte se le pone el rostro de una madre que no pudo escapar del incendio, quizás se logra dimensionar el dolor por el que cientos de familias están enfrentando y siguen esperando respuestas concretas de parte de las autoridades de turno.
Cápsula Informativa comparte en este reportaje, los testimonios de hijos que ya no tienen a su lado a las madres, porque el incendio les arrebató la vida. ¿Usted cree que a estas personas con las que hablamos les importa que el municipio de Viña del Mar, les mande una caja de mercadería? No, nada de eso. Lo que sí piden, lo mínimo: que la alcaldesa, Macarena Ripamonti los llamara por teléfono, fuera hasta los lugares donde estaban levantadas las casas que el fuego consumió y les diera las condolencias. De eso, ¡la verdad, nada!
Y a ese escenario donde faltan aún tantas respuestas y en medio de la desolación y el abandono que dicen sentir las víctimas por parte del gobierno y de las autoridades de la región, un grupo de damnificados del mega incendio de hace un año, llegaron hasta el municipio de Viña del Mar, para plantear sus demandas –en la jornada del 11 de febrero-, pero desde la administración de la alcaldesa, Macarena Ripamonti no hubo respuestas y, aún peor: cerraron los accesos de entrada al alicaído inmueble que alberga al municipio, bajaron las rejas y apareció carabineros. No fue una escena protagonizada por gente de izquierda con los bolsillos llenos de piedras, eran sobrevivientes.
MUERTO EN VIDA
Rigoberto Saint Jean Medina, es hijo de Alicia Medina Guerrero, quien murió en el mega incendio el 2 de febrero de 2024. “Estamos en el día 374 (de la tragedia) esperando lo mínimo, un llamado con unas simples palabras de condolencia que aún no llegan de parte del gobierno y, menos, de la municipalidad (alcaldesa, Macarena Ripamonti) y del gobernador (Rodrigo Mundaca)”. Estas palabras son de Rigoberto Saint Jean Medina, quien comenta que su madre vivía en Río Grey 91, a un costado, a la orilla de El Troncal, en Viña del Mar.
“La indignación que tengo, hoy en día, la pena que me embarga, no hablo de odio, porque mi mamá ni mi papá me enseñaron a tener odio, pero sí tengo mucha rabia por el silencio de la alcaldesa, Macarena Ripamonti. Nosotros buscamos respeto y, lo mínimo, eran las condolencias”, aseguró Rigoberto Saint Jean Medina.
Añade que “hay varias cosas que ha dicho la alcaldesa Ripamonti y que no me cuadran. Ella dice que empezó a desplegar todo su equipo de emergencia en la mañana (del 2 de febrero) cuando comenzaron a caer las cenizas y, eso, es falso, porque las cenizas empezaron a caer después de las 18 horas. Tengo el registro del audio de un primo que me dice que habló mi mamá con un tío y no fue en la mañana. En la mañana, el incendio venía en camino desde Placilla hacia acá”.
Rigoberto cuenta que “pasé muchos incendios, por años. El Jardín Botánico está al lado y jamás se hizo nada. Esta vez no fue la excepción y, lamentablemente, el resultado fue la muerte de mi madre y ha sido un año terrible, no sólo murió mi madre, fallecí yo, porque mi esencia como persona falleció. Soy un muerto en vida, sobre todo por las cero respuestas que hemos tenido de parte del Estado. Mis hijas vivieron en carne propia la tragedia, porque íbamos en camino a rescatar a mi madre, no alcanzamos a llegar, porque quedamos metidos en un taco. Quizás, el destino era que nosotros nos salváramos, porque a la hora que llegamos, ahí, también habríamos muerto. No encuentro consuelo y mis hijas tampoco. Vivimos esa experiencia negra arriba del auto, llegando a El Olivar y podríamos haber muerto con mis hijas de 10 y 15 años”.
UNA MADRE Y SUS MASCOTAS AL CIELO
Christian Enrique Catalán Moreno, es hijo de María Fanny Morales Morales, quien también murió en el mega incendio el 2 de febrero de hace un año. Su madre vivía en la Calle Chusmisa N°117 en el cuarto sector de El Olivar. Parte su relato señalando que “ella falleció al interior de su casa junto a sus dos mascotas, así como muchos vecinos de esa calle que fue una de las más afectadas de la población El Olivar en cuanto a infraestructura y víctimas fatales”.
Christian Catalán sostiene que “si bien, hay una investigación de parte de la Fiscalía y hay algunos presuntos responsables del inicio del incendio, como hijo siento que aquí también hay responsabilidades de autoridades de la V Región y, específicamente, de Viña del Mar”. Sobre este punto, sostiene que “no se hizo una evacuación preventiva, sabiendo que todo apuntaba a que el fuego iba a llegar a la zona urbana. Yo tuve comunicación con mi mamá hasta las 18 horas y la gente no pensaba que el fuego iba a llegar”.
El hijo de la fallecida, María Fanny Morales, aseguró que “si con otra mirada, la autoridad pudo hacer otra cosa. Aquí el gobernador de Valparaíso, la alcaldesa de Viña del Mar, pudieron hacer algo para poder sacar a la gente de las calles, que hubiera cortes de tránsito, haber coordinado algo más. Siento que ellos, también son responsables indirectamente –no directamente de los incendios-, pero sí de las víctimas fatales, hecho trágico que nos golpeó como familia y como comunidad”. Agregó que “tienen que responder, o acaso ¿por qué era viernes, en pleno verano y nadie estaba en sus puestos, nadie es responsable. ¿Dónde estaban cuándo se inició el fuego? El incendio partió a kilómetros del sector urbano, pero nadie hizo nada, nadie previó los alcances de las llamas”.
UNA MADRE Y UNA TÍA
Alejandro Farías, perdió a su madre (Carolina Cáceres) y a su tía (Ermelinda Cáceres) entre las llamas que marcaron ese fatídico 2 y 3 de febrero de 2024. “Ellas pasaban unidas, trabajaban juntas, andaban para todos lados juntas. Mi tía tenía una parcelita, donde tenía animales, en Pompeya Sur y, ahí quedaron atrapadas y se trataron de ayudar una a otra para salir y no pudieron”.
Añadió que “fue terrible todo y, a eso se suma que las autoridades no han hecho nada. Es terrible ver cómo la gente se tiene que estar manifestándo de una manera extrema (haciendo alusión a la huelga de hambre) para hacerse escuchar y que el gobierno cumpla. No han ayudado en nada, la gente que perdió sus casas, están a la deriva, se viene otro invierno y siguen viviendo mal”.
Farías afirmó que “este gobierno nefasto, brilla por su ausencia desde la Presidencia hasta la alcaldesa, Macarena Ripamonti y la ex alcaldesa de Quilpué (Valeria Melipillán), que está pasando piola hace rato y no han hecho nada. Tienen a la gente abandonada, sufriendo”.
El hijo de la fallecida víctima del mega incendio, afirmó que “perdí a mi madre y a mi tía, murieron las dos protegiéndose. Es terrible tener un gobierno nefasto, corrupto, que no es capaz de ayudar a su gente y están preocupados para la Gala del Festival. El año pasado se hizo una Teletón, se hicieron donaciones, se recaudó mucha plata y esa plata no ha llegado, desapareció toda la plata y estos corruptos políticos siguen. ¿Hasta cuándo nos van a dar migajas, un parche curita? El descontento es grande, es terrible”.

