Ministro Paris se molesta por nuevo cuestionamiento a Piñera por no usar mascarilla: “Yo creo que basta”
Por: Equipo “Cápsula Informativa”
El Ministro de Salud, Enrique Paris, defendió al Presidente, Sebastián Piñera, por participar en un evento público y no usar mascarilla.
El hecho ocurrió en el marco de la inauguración del complejo habitacional “Montes Andinos” en la comuna de Los Andes. En la instancia, el Mandatario dio un discurso y se acercó a una persona, pero sin usar protección facial.
Consultado sobre este episodio, el Ministro Paris dijo que cuando el Presidente entregó la primera llave “no se colocó la mascarilla, pero se acercó a la persona a una distancia prudente, mantuvo el distanciamiento, de hecho, no la abrazó. En ese momento, se metió la mano al bolsillo y se puso la mascarilla de inmediato”.
¡La defensa a Piñera “con uñas y dientes!
“Nosotros también lo cronometramos y solamente estuvo 67 segundos sin mascarilla entre que entregó la llave y se puso la mascarilla”, dijo el Secretario de Estado sobre la actitud de “su jefe”.
Paris añadió que “no creo que eso sea una señal de que el Presidente no se preocupa, todo lo contrario, está permanentemente preocupado de cumplir las normas y yo creo que basta ya de seguir con esta persecución en contra de algunas autoridades. En cambio, a otras autoridades no se les dice absolutamente nada cuando también incumplen las normas sanitarias”.
Por eso, aseguró que defiende al Presidente: “Lo hizo bien, no abrazó a la persona”.
Y no conforme con esa defensa, el Ministro de Salud, acusó que hay quienes buscan “la quinta pata al gato para tratar de seguir atacando al primer Mandatario. Yo creo que basta”.
El problema en toda esta historia, es que el Ministro Paris, al parecer se olvida que se espera de que el Jefe de Estado entregue señales adecuadas en plena pandemia y no con actos imprudentes. No es la primera vez.
El Secretario de Estado, defendiendo a su “jefe”, deja en un segundo plano la rigurosidad con la que se debe enfrentar el Covid-19, con señales certeras y no aplaudiendo, poco menos, a quien lo instaló en el cargo que, ahora, desempeña, sin admitir cuando se comete un error.