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NACIONAL

Minsal: Se desentiende de funcionaria agredida por un médico y despedida estando embarazada

Por: Daisy Castillo Triviños

Lunes 2 de noviembre 2020. Ese día, dirigentes de la APRUS CRS Hospital Providencia Cordillera, se trasladaron hasta las dependencias del Ministerio de Salud (Minsal) y del Ministerio de la Mujer, para entregar una carta dirigida a Enrique Paris y Mónica Zalaquett, respectivamente.

¿Por qué razón la carta?

Marco Antonio Núñez, presidente dela Asociación de Profesionales Universitarios de la Salud (APRUS) señala a “Cápsula Informativa” que “entregamos dos cartas, una por violencia de género y, la otra, por una desvinculación sin respetar fuero maternal que afecta a una misma trabajadora. En el hospital al que pertenecemos de la Red Metropolitana Sur Oriente, hace bastante tiempo estamos sufriendo situaciones de violencia de género”.

“Cápsula Informativa” accedió en exclusiva a las cartas, en las que se indica, lo siguiente:

“Escribimos para informar nuestra preocupación como asociación de funcionarios profesionales de la salud, sobre las reiteradas acciones de violencia de género que se ejercen, actualmente, en el dispositivo de la Red Metropolitana Oriente CRS Hospital Providencia Cordillera”.

¿Qué se denuncia en particular?

Gabriela Mesías, fue contratada como parte del equipo de refuerzo para dar respuesta a la demanda asistencial de atención cerrada en el período de pandemia, cumpliendo funciones y horarios definidos por la Coordinadora de Camas Clínicas, quien depende, directamente, de la Subdirección de Gestión de Cuidados.

En los documentos se indica que “durante el período de contrato, Gabriela anuncia su estado de embarazo por medio de un certificado médico en la Unidad de Gestión y Desarrollo de las Personas, donde debimos intervenir nosotros como gremio para que se recibiera dicho documento y que, además, se garantizara el resguardo del empleo por fuero maternal como funcionaria de riesgo”.

Se añade que “todo esto, conociendo los dictámenes 14.498 y 30.718 de la Contraloría. Gabriela, sin embargo, es desvinculada el 30 de septiembre del presente año, debido al fin del convenio celebrado en modalidad honorarios, sin respeto al fuero maternal”.

La agresión con una jeringa

Hay que indicar que no sólo la desvinculación de la enfermera en plena etapa de gestación es una irregularidad, al igual que la agresión de la cual fue víctima por parte de un anestesiólogo.

En la carta remitida a los Ministros, Enrique Paris y Mónica Zalaquett se da cuenta de este hecho, puntual:

“Esta funcionaria ya estando embarazada, fue víctima de una agresión física por parte de un médico anestesiólogo, durante un proceso de intubación a un paciente crítico”.

Se detalla que “dicho funcionario, quien ostentaba una posición favorecida por su calidad contractual y cargo, lanza directamente a Gabriela una jeringa en medio del procedimiento clínico. Sin embargo, no recibe ninguna sanción ante esta acción por parte de la jefatura”.

Hay que indicar que, hasta ahora, la respuesta del Ministerio de Salud, de manera muy genérica es que no se puede pronunciar sobre el despido de Gabriela Mesías y que ese tema lo tiene que resolver la Contraloría General de la República.

En palabras simples, se mantiene al margen y le traspasa la responsabilidad del órgano contralor. ¿Quién entiende ese nivel de desprecio por lo sucedido con una funcionaria del área de la salud?

¿Y qué se ha dicho desde el Hospital y el Ministerio de Salud sobre la agresión ejercida por el médico? Nada, tampoco.

Exigen acciones urgentes ante las irregularidades

Marco Antonio Núñez, de la APRUS, sostiene que es urgente que se adopten medidas para evitar que sigan generándose vulneraciones en contra de los trabajadores de la salud.

Y esas medidas, que solicitan se ejecuten, son las siguientes:

  • Detener este tipo de acciones y revisión de protocolos de trato y de violencia de género en el establecimiento.
  • Revisar situación de término de honorario de Gabriela Mesías y fuero maternal.
  • Investigación administrativa por hecho de violencia descrito en el marco de un procedimiento de intubación.

Los hechos en primera persona

En conversación con “Cápsula Informativa”, Gabriela Mesías, relata que “había un paciente que estaba grave, que requería intubación. Esto ocurrió en la mañana, justo en el cambio de turno y, generalmente, la mayoría de los colegas que estaban ahí, eran recién egresados o no tenían tanta experiencia y como yo tenía un poco más de experiencia, me pidieron que los ayudara”.

¿Y qué ocurrió?

Empezamos a hacer todo el procedimiento de intubación. Nunca había visto al médico que llegó a prestar apoyo a su colega, porque, en ese momento, el doctor que estaba en la UTI no sabía intubar  y pidió ayuda y concurrió este anestesista. Él gritaba bastante y solicitó una jeringa y entre los gritos después me la tira y me llegó al estómago.

¿Se la lanzó a usted la jeringa que había utilizado con un paciente Covid-19?

Sí. No puede lanzarla, sobre todo por la vía área, porque estábamos expuestos a un nivel alto de contagio, en medio de una intubación. Que él más encima haya utilizado esa jeringa en la vía aérea del paciente para inflar un instrumento que ya está contaminado con un paciente Covid-19, y me la lanza, claro que tiene un riesgo mayor.

¿Qué hizo el médico después de su acción?

Nada, hizo eso y se fue como si nada. Fue una entubación bastante traumática, porque el paciente estaba despierto, en ningún momento esperó que le hiciera efecto la sedación que él mismo indicó. Eso, fue terrible y quienes estábamos ahí, quedamos paralizados, porque eso no corresponde y el paciente vio todo lo que estaba pasando a su alrededor.  

¿Cuál fue la postura de las jefaturas?

Nunca, nadie se acercó a preguntar qué me había pasado, ni cómo me sentía y me hicieron sentir que como estaba a honorarios, entonces, no tenía nada que hacer.

Nadie se comunicó conmigo ni siquiera para decirme que me desvinculaban, yo llamé y mi jefa me dijo que no había cargo para contratarme, que no había cómo justificar mi cargo, que no había nada más que hacer.

Las jefaturas le bajaron el perfil a los temas, fueron dóciles y no hicieron nada. Estoy completamente desprotegida, con seis meses de embarazo, ¿quién me va a contratar? Ellos, me desvincularon cuando tenía cinco meses de embarazo.

Yo siento que me discriminaron por estar embarazada, porque antes de eso, siempre me manifestaron que estaban de acuerdo con mi desempeño y que querían que siguiera. Eso, de que no hay cargos para poder continuar es mentira, porque falta personal.