POLÍTICA

Opinión: La necesidad de igualar la condición jurídica y social de las mujeres en la sociedad

Por: María Soledad Cisternas, abogada, persona ciega, Premio Nacional de DD.HH. y candidata a constituyente independiente por el distrito 12.

“En los 21 años del Siglo XXI, hay una progresiva visibilización sobre la necesidad de igualación en la condición jurídica y social de las mujeres en la sociedad.

El Secretario General de Naciones Unidas ha señalado que “la crisis de Covid 19 tiene rostro de mujer”, ya que agrava las profundas desigualdades que enfrentan las mujeres y las niñas, afirmando que las mujeres son un 24% más vulnerables a la pérdida de su puesto de trabajo y a sufrir una caída más pronunciada de sus ingresos, agrandando aún más la brecha salarial. 

La pandemia también ha desencadenado una epidemia paralela de violencia contra las mujeres en todo el mundo. El Secretario General de la ONU plantea que “Toda esta exclusión constituye en sí misma una emergencia”. Si la economía formal funciona, es sólo, porque está subvencionada por el trabajo de cuidados no remunerado que realizan las mujeres.

Evidentemente nuestro Chile no está ajeno a este diagnóstico global.

Sin embargo, a la vez desde Naciones Unidas, se subraya que “las mujeres que ocupan posiciones de liderazgo han demostrado su capacidad y eficacia en la respuesta al Covid-19. Cuando hay mujeres en los parlamentos, los países adoptan políticas más rigurosas en la esfera del cambio climático, y si las mujeres están presentes en las negociaciones de paz, los acuerdos son más duraderos. Lograr un futuro mejor depende de que abordemos este desequilibrio de poder. Si se mantiene la trayectoria actual, la paridad de género no se alcanzará en los órganos legislativos nacionales antes de 2063”.

Por lo mismo, el movimiento de mujeres a nivel mundial y, desde luego en Chile, debe continuar trabajando firmemente en la superación de estas inequidades para catalizar la decisión política en el logro de la igualdad plena que brindará  a la sociedad un bienestar con raíces más sólidas sobre la base de un modelo de derechos.

En tal sentido, el Secretario General de N.U. recomienda 6 tipos de medidas claves:

  • 1.- Velar por la igualdad de representación.
  • 2.- Invertir de manera sustancial en la economía del cuidado y la protección social, y redefinir el producto interno bruto de modo que el trabajo en los hogares sea visible y se contabilice.
  • 3.- Eliminar las barreras a la inclusión plena de las mujeres en la economía.
  • 4.- Derogar todas las leyes discriminatorias en todos los ámbitos,
  • 5.- Todos los países deberían aprobar un plan de respuesta de emergencia para hacer frente a la violencia contra las mujeres y las niñas
  • 6.- Cambiar la mentalidad, fomentar la conciencia pública y denunciar el sesgo sistémico.

A lo anterior, yo adicionaría otras dos medidas claves: toma de conciencia sobre la diversidad de las mujeres que se enfrentan a mayores condiciones de vulnerabilidad, ya que tienen menores posibilidades de hacer oír sus voces, por ejemplo, las niñas, las mujeres mayores, las mujeres con discapacidad, las mujeres que viven en zonas rurales y territorios insulares, quienes están en áreas de conflictos permanentes y quienes se enfrentan a situaciones de extrema marginalidad y pobreza, entre otras,  adoptando medidas para su desarrollo, adelanto y potenciación. 

Otra medida clave será el soporte que el Estado puede otorgar al movimiento asociativo de mujeres, de manera transversal a través del Ministerio de Desarrollo Social, Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Ministerio de Educación, Ministerio de Cultura y Ministerio del Deporte, entre otros.

Estamos viviendo un momento histórico en Chile de elegir constituyentes para la elaboración de nuestra nueva Carta Fundamental, cuyo proceso eleccionario  deberá conducir a la paridad de género en la Convención Constitucional.

Sin duda, la realidad de esta nueva forma de realizar un trabajo muy serio en Chile, como es la nueva Constitución, nos permite la prospectiva de un muy buen resultado sustantivo en la nueva Carta Magna, con todo el aporte que la óptica de las mujeres dará a este proceso.

Ahora, es tarea de las electoras y electores considerar la valía de las mujeres candidatas, identificando a quienes se ajustan más para el ejercicio del cargo. Vota mujer”.