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Trabajadores de la salud: el Gobierno y “el tiro por la culata” de su manejo económico de la pandemia

Por: Equipo “Cápsula Informativa”

En la jornada de hoy viernes 28 de mayo, se registró una nueva alta cifra de contagiados por Covid-19: 8.680 casos y 119 personas fallecidos en las últimas 24 horas. Esto revela, sin necesidad de caer en interpretaciones, el complejo escenario que estamos enfrentando.


La situación, viene acompañada del colapsado en los hospitales públicos, lo que ha sido advertido por los trabajadores del sector, durante la primera ola, la segunda y, ahora, que los contagios van en alza y ya se habla de una tercera ola de coronavirus.


Hay que recordar que hace unos días, el propio Ministro de Salud, Enrique Paris, descartó que se pudiera llegar tan rápido a los 8 mil contagios diarios, asegurando, al respecto, que “nosotros todos los días revisamos todas las cifras (…) no sé en qué se afirman para decir que vamos a llegar nuevamente a los 8 mil casos”. Después de la evidencia de las cifras, enrostradas en su cara y sin un mea culpa de por medio, Paris aseguró que él nunca descartó que alcanzáramos esa cifra.


En este confuso escenario, donde la ciudadanía no le cree a las autoridades, uno se pregunta, ¿desde el Gobierno, particularmente, desde el Ministerio de Salud que se está haciendo para hacer frente a la pandemia y hacerlo como corresponde, sin improvisaciones, no con fórmulas viscerales y no basadas en la ciencia?


Ante este necesario, es importante escuchar la voz, saber el testimonio directo de quienes están ahí en la llamada “primera línea”, con pacientes Covid-19. “Cápsula Informativa” conversó con Sandra Olivares, presidenta de la Federación de Profesionales Universitarios de la Salud (Fedeprus R.M.), quien analiza lo que está sucediendo.


Sandra Olivares sostiene en relación a los contagios por coronavirus que hace dos semanas, se había observado una baja, tanto en las atenciones de urgencia como en los requerimientos de camas críticas. “El problema es que tuvimos ciertas medidas del Gobierno, como la apertura apresurada de algunas comunas que salieron de la fase 1 a la 2, el comercio abierto por la celebración del Día de la Madre. Esas medidas provocaron el problema que estamos viviendo hoy día y, además, todos dijeron que no estaban dadas las condiciones sanitarias para la apertura y no se escuchó esa advertencia”.


Agrega que “esto, parece un verdadero circo y quienes sufrimos las consecuencias de las malas decisiones del Gobierno somos los funcionarios de salud. En los últimos días, hemos visto un colapso de las urgencias Covid-19 y no Covid-19, con una alta demanda. Por ejemplo, en el Hospital Barros Luco hay más de 100 pacientes en la urgencia, en el Sótero del Río ayer más de 70 hospitalizados en la urgencia. La situación es muy crítica a nivel de los establecimientos de salud y lo más complejo de todo esto es que las autoridades políticas como no visitan los hospitales, como no bajan de su nube y sólo reciben cifras, no son capaces de darse cuenta de estos hechos y exponen a todos, exponen a la población, exponen a los funcionarios a situaciones críticas, peligrosas y que derivan en el fallecimiento de los pacientes y vemos que nadie asume la responsabilidad política”.


A su juicio, ¿son confiables las estadísticas que se entregan por parte del Ministerio de Salud, a estas alturas?


-Nosotros, creemos que las cifras igual se manejan y, a estas alturas, no nos dan confianza, porque se ha generado un manto de duda que las mismas autoridades lo han permitido. En la época de Jaime Mañalich cuando se transparentó el número de fallecidos (tras denuncia de la prensa) fue una situación confusa para la población.
A nosotros, nos reportan sólo los casos que son positivos por PCR, sabiendo que a muchos de quienes son contacto estrecho no le están haciendo el examen y, por lo tanto, no se reporta. Y tenemos un grupo que no da cuenta de que es contacto estrecho por miedo a quedar en cuarentena y no tener posibilidad de salir a trabajar.
Y el Ministro (Enrique Paris), desde su vereda, se encarga de denostar a las sociedades científicas, a los expertos, al Colegio Médico y para qué decir a nosotros los trabajadores de la salud, ni siquiera es capaz de recibirnos y escucharnos.


¿Hasta qué punto las medidas de salud, más bien están basadas en criterios económicos, al margen de que se contagien miles de chilenos y mueran?


-Cuando empezó la pandemia el requerimiento del Colegio Médico, de los trabajadores de la salud era la cuarentena, porque veíamos que el sistema no estaba preparado para una avalancha de pacientes. Costó mucho que se tomara esa medida, porque siempre se ha privilegiado el tema económico por sobre la salud de la población. El permiso de vacaciones, el ir levantando las cuarentenas, el pase de movilidad están basados en criterios económicos y llama la atención que todas estas medidas no sean cuestionadas por los otros poderes del Estado.


Hay que ponerse firme, porque todos estamos en peligro. Hay gente joven, hoy día, hospitalizadas en las UCI, pacientes que son graves y la comunicación de riesgo del Gobierno tiene que ser coherente con lo que está pasando. Esto, de bajarle el perfil al escenario que estamos viviendo, nos puede llevar a una realidad aún peor y no estamos preparados para eso.

El colapso en los sistemas públicos de salud, ¿tiene que ver con el aumento en la demanda de pacientes, la falta de personal y la infraestructura?


-El colapso siempre está en la periferia de Santiago, en los hospitales donde está ubicada la población más vulnerable y lo que pasó que no es común en la urgencia del Hospital Salvador, la semana pasada, que debieron cerrarla, porque no daba abasto de pacientes, da cuenta de la complejidad de la situación.


Tenemos una alta cantidad de demanda de pacientes jóvenes con Covid-19 que llegan muy graves, con requerimiento de camas UCI, tenemos pacientes no Covid-19 y que después de un año de no haber tenido buena atención, ni controladas sus patologías, también están llegando descompensados a las urgencias y, muchas veces, requieren de camas críticas. Tenemos una cantidad de personal que ya no es suficiente, porque el cansancio físico y mental le está pasando la cuenta a la gente.


¿La falta de personal se debe a que algunos se cambiaron al sistema privado?


-Hemos visto con preocupación el tema de la fuga de profesionales, de técnicos que están siendo contratados con mejores condiciones laborales, de seguridad y económicas en el sector privado. Tenemos enfermeros del Hospital Sótero del Río contratados que se han ido a trabajar al área privada como honorarios.


¿La situación mejoraría con la renuncia del Ministro, Enrique Paris?, ¿es un personaje, en este momento, relevante?


-Es irrelevante quien sea el Ministro de Salud. Cuando salió (Jaime) Mañalich, pensábamos que su figura era un obstáculo para la gestión de la pandemia, porque era muy prepotente, tenía mucho más protagonismo. Cuando llega (Enrique) Paris y dice ¡voy a conversar con todos! y llega con un ánimo distinto, pero la verdad es que uno ve que él no toma las decisiones.


Si el Ministro de Salud ante la pandemia no es quien toma las decisiones, la verdad es que la figura de quien esté ahí es irrelevante. La pandemia se está manejando desde el Ministerio de Economía y el Ministerio de Hacienda y los lobistas de estos son los grandes empresarios.


¿Qué mensaje le daría a sus pares, a los trabajadores de la salud?


-A pesar de todo, estuvimos dispuestos a ayudar a la ciudadanía en los momentos más críticos de una enfermedad desconocida y, por lo tanto, la dignidad de los trabajadores salió incólume y, eso, es un tema colectivo y también individual que cada uno de nosotros lo tiene que atesorar. Hemos sido más dignos que las autoridades, que las autoridades políticas del país, que los empresarios que han sido inmorales en este tiempo.