Terapia
SALUD

Trauma: cómo tratarlo sin revivirlo

Han pasado casi dos meses de los incendios que se produjeron en el Sur del país y que dejaron muertos, heridos y viviendas destruidas. Una de las zonas más afectadas fue la localidad de Santa Juana, donde los vecinos han experimentado síntomas colectivos de trauma por las situaciones a las que se vieron expuestos.

Si bien, el estrés post traumático es un fenómeno que, originalmente, se asociaba a eventos violentos como guerras o situaciones como tiroteos masivos o actos terroristas, desde la perspectiva de la salud mental, se sabe que es un síndrome que abarca una esfera de situaciones más amplias y cotidianas y que se gatilla cuando la persona siente que está amenazada su vida, integridad física o emocional, como por ejemplo en desastres naturales, accidentes, bullying, violencia sexual o de pareja.

El psiquiatra y director del Centro Clínico del Ánimo y Ansiedad, Raúl Sánchez, explica que estas experiencias emocionalmente abrumadoras pueden tener un impacto profundo y manifestarse de diferentes maneras, como flashbacks, pesadillas, evitación de situaciones que recuerdan el evento traumático, ansiedad, depresión, irritabilidad, cambios de humor y dificultad para concentrarse, por lo que es fundamental tratarlo.

“Es importante entender que cada persona es única y el tiempo que necesita para recuperarse puede variar. En general, los síntomas del estrés postraumático pueden persistir durante varios meses después del evento que lo generó. Sin embargo, con el apoyo adecuado y el tratamiento psicológico preciso  es posible recuperar la calidad de vida”, explica el experto.

Las nuevas tendencias en psicología para tratar el trauma se centran en proporcionar una terapia efectiva sin la necesidad de volver a revivir verbalmente la situación que lo generó.

Algunas de estas tendencias incluyen la terapia de exposición, que implica enfrentar gradualmente los miedos y las situaciones temidas para desensibilizar a los individuos, y la terapia cognitivo-conductual (TCC), que se centra en cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos.

Una de las tendencias que ha entrado con más fuerza es la terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares, conocida también como EMDR por sus siglas en inglés, principalmente, por la rápida recuperación que presentan los pacientes. Se realiza a través del uso de movimientos oculares, sonidos o estímulos táctiles para estimular el cerebro y ayudar a desbloquear los recuerdos traumáticos. “Es una tendencia que ha ganado popularidad y aceptación en la comunidad terapéutica, ya que sin volver a traer y revivir el tema puntual que generó el trauma, puede permitir que el individuo lo procese y lo libere, lo que a su vez puede reducir los síntomas asociados”, indica Sánchez.

Las secuelas del trauma, muchas veces no llegan a un real cierre o sanación y en muchas ocasiones se intenta seguir adelante, sin embargo, el cuerpo reacciona con niveles alterados de ansiedad o estrés cuando se ve enfrentado a situaciones detonantes. Ataques de pánico, conductas de riesgo, pérdida de memoria, conductas adictivas, entre muchas otras, son las posibles secuelas del trauma cuando se barre debajo de la alfombra. Por lo anterior, es fundamental recurrir a un especialista en el caso de haber  pensamientos y sentimientos perturbadores acerca de una situación traumática durante más de un mes.