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Un anuncio fallido: Siguen los problemas en las residencias de menores vulnerables

Por: Daisy Castillo Triviños

En entrevista con “Cápsula Informativa”, María Paz Díaz, presidenta de la Asociación Nacional de Funcionarios de Protección Especializada en Niñez y Adolescencia, señala que ante el inminente cierre de la Casa Nacional del Niño, instamos a la autoridad para que nos dieran una respuesta de lo que sucedería con esa entidad que ha acogido por años a niños en situación de vulnerabilidad, en particular a niños enfermos, mayoritariamente crónicos y graves, y que por diversas razones no cuentan con apoyo familiar.

María Paz Díaz comenta que se reunieron con las autoridades, en el marco de una asamblea y los trabajadores insistieron en que no permitirían esa medida de cierre, porque los funcionarios fueron evaluados en sus condiciones psicológicas, profesionales y de trayectoria para continuar, precisamente, prestando servicios en esa institución.

Surgió, plantea, una propuesta de parte de los profesionales con respecto a la reconversión de la Casa Nacional del Niño. “Se les hace presente que la Casa Nacional es un edificio histórico que ha albergado a miles de niños, donde trabajan kinesiólogos, paramédicos, médicos especializados en niños y recibe a menores que es difícil que lleguen a residencias de acogida, porque hay niños que son trasplantados, niños quemados, niños con enfermedades complejas. No vayan a llegar a las familias de acogida, porque su atención es muy cara y, segundo, porque requieren de una atención especializada”.

La Casa Nacional del Niño.
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¿Qué ha pasado, hasta ahora con este tema?

-Se formó una Mesa de Trabajo en la que estamos las dos asociaciones nacionales y una regional. Esta propuesta la entregamos a la Subsecretaría de Desarrollo Social y adjuntamos en un documento nuestra disconformidad con la decisión que fijó el Gobierno anterior. El traslado de los trabajadores fue con engaño, se los evaluó y después de haber pasado por varios procesos angustiantes y te digan al final que no va a continuar tu trabajo, algunos seguirán y otros se tendrán que ir y los que se van es sin indemnización, porque la indemnización sólo estaba contemplada en el Sename.

¿Hay avances?

-En base al trabajo realizado por los profesionales y por algunos ajustes que se están haciendo a la propuesta, recién a finales de 2023 tendríamos la contrapuesta del Servicio en relación a la Casa Nacional del Niño y, por mientras, dado que cuenta con una infraestructura muy buena y con personal capacitado, se mantendrá.

Mala alimentación de la JUNJI

-Las residencias que se han creado, que no están en las condiciones que debieran, reciben alimentación de la JUNJI y es muy mala. Nuestros niños requieren tener alimentos que sean reforzados cada ciertas horas, porque son niños complejos con el consumo de drogas o los múltiples tratamientos a los que se someten y, por lo tanto, requieren tener una alimentación reforzada y, eso, no se está dando por la JUNJI.

Hemos denunciado casos, por ejemplo, en que personal de la JUNJI no ha ido, porque estaban en paro, o el almuerzo estaba en malas condiciones y los trabajadores de las residencias se pusieron ellos mismos a preparar los alimentos, lo que no ocurre en la Casa Nacional del Niño, porque hay dietas especializadas para estos niños que están en condiciones de salud muy precarias.

¿Y qué pasa con todas las otras propuestas que se hicieron?

-No se está cumpliendo con la propuesta en general. El tema de las residencias, en la propuesta en papel estaba bien, una cantidad determinada de niños, que iban a tener sus camas, su ropa, sus cosas personales, dependiendo de su edad. Sin embargo, nos damos cuenta que seguimos con los mismos problemas, el mismo problema de educación donde son los funcionarios los que tienen que salir a la calle de la mano con los niños mirando las ofertas escolares, porque no hay una oferta de enlace institucional donde uno diga: ¡estos son los niños que tenemos y aquí van a ser matriculados!

En cuanto a la salud, también es escuálida, porque lamentablemente ocurre que los niños se descompensan, se llama a la ambulancia, pero si no está Carabineros, no actúan y si antes llega Carabineros, el personal de la ambulancia no hace nada, porque no está la fuerza policial. No es un problema de los trabajadores, sino que es un problema institucional que no han logrado resolver las problemáticas que existían en el Sename y que, hoy, existen en las residencias: poco personal, profesionales que no postulan, porque no hay incentivos.

Aquí hay una trayectoria de años de malas políticas públicas, donde los niños no son la prioridad, los niños no son voto, por lo tanto, la prioridad no se ha dado.

Rescatar lo bueno

María Paz Díaz, sostiene, en todo caso que “no todo es malo, no puedes empezar de cero, tienes que empezar con las cosas buenas que había en el sistema y la Casa Nacional del Niño es un lugar donde los niños y niñas están muy bien cuidados. Hay un proceso de protección desde el minuto que tú entras”.

Añade que “en el caso de las residencias, es distinto, y las propuestas no se han podido llevar a cabo, es tremendo, porque no se han podido generar los enlaces de salud, de estudio, que vayan dos funcionarios y un niño en la micro y se descompensa y los funcionarios reciben golpes y fracturas. No se ha mirado la realidad como corresponde y se sigue cargando a los funcionarios como si la situación de los menores fuera responsabilidad de ellos. Todos los sabemos que los responsables iniciales de una convivencia sana en los niños parte de la familia primaria y es el Estado el que tiene que ver, de una u otra forma, se cumpla”.

Y comenta que “el Servicio debe darles un lugar donde, por ejemplo, los niños tengan un patio. En la Residencia España, hay jóvenes adolescentes, es un lugar pequeño, no tiene espacio. Ahí, son los profesionales los que están tratando todos los días de generar actividades para que los adolescentes se entretengan”.

¿Qué es lo que ustedes, en lo inmediato, requieren que se implemente?

Lo primero que se tiene que hacer es llevar personal a las residencias, porque hay una falta de dotación tremenda. Hay que evaluar el proyecto y ajustarlo conforme a las falencias que se vayan detectando a diario. Siento que las residencias constituyen una buena apuesta, pero falta reforzarlas y los refuerzos tiene que ver, por parte del Gobierno, de hacer enlaces en salud, educación, de diversión y que no recaiga sobre los hombros de los funcionarios.

En concreto, el Gobierno tiene que hacer los enlaces necesarios para que exista una red de propuesta a nuestros niños, niñas y adolescentes, donde los trabajadores puedan ejecutar estas propuestas en beneficio de los niños.