Jaime Guzmán
POLÍTICA

A 31 años del asesinato de Jaime Guzmán: testimonios de ex alumnos de Derecho de la Universidad Católica

Por: Daisy Castillo Triviños

1 de abril de 1991. Ese día, fue asesinado el abogado, académico y senador, Jaime Guzmán, acto cometido por integrantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

Todo ocurrió en el exterior del Campus Oriente de la Universidad Católica, casa de estudios en la que hacía clases.

Ese día, al terminar de dictar la clase de Derecho Constitucional se iría junto a su chofer a la sede de la UDI, pero aparecieron dos sujetos que abrieron fuego contra él. Aunque fue trasladado hasta el Hospital Militar, no logró sobrevivir. Y en esa jornada, en las afueras del hospital, centenares de personas, alumnos, profesores, amigos y vecinos que lo conocían, fueron para acompañarlo en este último momento y rezar por él.

Han transcurridos 31 años del crimen del senador y profesor universitario, Jaime Guzmán. ¿Cómo habrá sido para los estudiantes el enterarse que el académico fue asesinado, en esa tarde en la que hizo su última clase?, ¿cuánto les afectó este crimen?, transformándose Guzmán en el primer político asesinado en democracia.

Los testimonios de ex alumnos: un hombre cercano

Juan José Arcos, es un reconocido abogado de Punta Arenas y quien fue, precisamente, alumno del profesor, Jaime Guzmán. “Recuerdo que era alumno de la Universidad Católica y estábamos en clase de Derecho Civil con el profesor Eddie Navarrete. Y, en eso, sentimos una conmoción producto de unos balazos que se habían dado a la entrada del Campus Oriente y corrimos hacia la entrada para ver qué pasaba y ahí nos comunicaron que le habían disparado a Jaime Guzmán”.

Agrega Arcos que “los alumnos estaban muy tristes, porque Jaime Guzmán era un profesor muy querido y muy cercano a la juventud. Aunque uno pensara distinto que él, siempre era muy cercano y muy humano. Unos alumnos se organizaron para donar sangre y comenzamos a averiguar en qué hospital estaba”.

¿Qué sucede cuando se enteran de que estaba internado en el Hospital Militar?

Al enterarnos que estaba en el Hospital Militar fuimos en masa los alumnos de la Facultad de Derecho a donar sangre. Y nos juntamos en el frontis de acceso al Hospital Militar. Así fue como nos enteramos de qué Jaime Guzmán había fallecido y volvimos caminando hasta el Campus Oriente que es una larga distancia y comenzamos a esperarlo en la capilla del campo y a rezar por él”.

Juan José Arcos, entonces, un estudiante de Jaime Guzmán señala que “después se nos dijo que sería trasladado a la Iglesia de la Gratitud Nacional, así que los alumnos de la Facultad de Derecho fuimos a esta iglesia y en varios momentos la escolta de honor la hicieron los propios alumnos.  

“Recuerdo que uno de sus alumnos que organizaba la improvisada escolta, me contó que su padre había sido preso político y que Jaime Guzmán le había defendido y lo había ayudado a recuperar su libertad”.

Según Juan José Arcos, Jaime Guzmán, “era un profesor muy humano y para nosotros como parte de la Facultad de Derecho, fue un golpe muy bajo perder al profesor Guzmán. Los que cometieron ese asesinato, no se imaginaban la calidad humana que tenía y fue algo realmente injusto. Guzmán soñaba con un Chile sin pobres y era un firme convencido que la generación de empleos sacaría al país del subdesarrollo”.

El ex alumno del asesinado militante de la UDI, sostiene que Guzmán fue “un firme defensor de la democracia y, al final, eso le costó la vida, ya que siempre criticó a las personas que utilizaban la vida armada (la violencia) cómo método de acción política. Si bien es cierto, él era cercano Pinochet, fue el mismo quien elaboró el término de la dictadura por métodos democráticos, algo pocas veces visto en otras dictaduras de la época y, sin lugar a dudas, tuvo éxito en eso ya que Chile Tuvo una transición pacífica a la democracia”.

A juicio de Juan José Arcos, “Hoy día, la historia está muy ideologizada, pero la verdad es que quienes conocimos a Guzmán, sabemos qué fue uno de los artífices de que Pinochet entregara el poder en elecciones libres y trasparentes. Gracias a Guzmán se evitó un enfrentamiento entre chilenos. Y, si bien es cierto, era cercano a Pinochet, también es cierto que era un demócrata y qué siempre buscó el retorno pacífico a la democracia”.

Una clase partiendo con el Ave María

Por su parte, Ignacio Arteaga también ex alumno de Jaime Guzmán señala que no participa en política y tampoco es militante de ningún partido. Relata que ese 1 de abril, se encontraba en el Campus Oriente de la Universidad Católica, estaba comenzando el tercer año de Derecho. “Él llegaba a clases y a la segunda clase, ya se conocía el nombre de todos los alumnos, pasaba la lista en la primera clase y en la segunda, ya trataba a cada uno por su nombre de pila, eso me llamó mucho la atención, por su capacidad de memoria y de preocuparse y acercarse a los alumnos, porque eso implica preocupación por parte del profesor”.

Arteaga indica que “algo importante que me marcó como alumno fue que él cuando llegaba a clases, no lo hacía con los códigos, con ningún apunte. Tenía toda la materia en la cabeza y se sentaba en el escritorio, caminaba un poco, tenía la clase en su cabeza, no dictaba, sino que empezaba a preguntarnos y nos hacía preguntas y en base a las respuestas, él iba guiando la clase, entonces, era un método en que a uno lo hacía pensar”.

Agrega que “el cuaderno que uno terminaba escribiendo, en su clase de Derecho Político, sobre todo, no eran muchas páginas, pero eran bien profundas. Es un método de enseñanza que he visto en pocos profesores y es que a uno le van preguntando y uno mismo va buscando la verdad. Como profesor, él era un amante de la verdad y quería que los alumnos aprendieran a descubrir la verdad”.

El ex alumno del profesor, Jaime Guzmán, revela que el docente iniciaba sus clases invitando a quienes quisieran a rezar el Ave María. “De alguna manera, encomendaba las clases, era muy devoto, siempre andaba con un rosario, de hecho, cuando fue el asesinato estaba en su rosario en su bolsillo y lo sacó para rezar. Para uno que tenía 18 ó 19 años, era bien interesante, bien llamativo ver a un profesor de estas características”.

Ignacio Arteaga afirma que Jaime Guzmán era un docente, cuyos alumnos sabían su tendencia política, pero “el nivel de acogida hacia los que pensaban distinto era notable. Había muchos en la clase que pensaban distinto a él en materia política y él tenía un alto nivel de tolerancia, de respeto, de cariño hacia los alumnos que le permitía llegar a todos ellos, ser siempre muy tolerante a todo lo que los estudiantes le quisiéramos decir”.

¿Cómo recuerda, particularmente, ese 1 de abril cuando Jaime Guzmán fue asesinado?

-Se había terminado la clase, estábamos empezando la clase de Derecho Civil que era a las 18:30 horas. Él hacía clases los lunes en la tarde y resulta que llega el ayudante, entra a la sala y nos dice ¡le han disparado a Jaime Guzmán, aquí a la salida! Fuimos a ver de qué se trataba, supimos que lo habían llevado al Hospital Militar, había mucha conmoción a las afueras del Hospital Militar y con un grupo de compañeros dijimos ¡recemos! Y mucha gente se sumó y había mucha gente, mucha gente sencilla y ahí te dabas cuenta de la presencia de Jaime Guzmán en los diferentes sectores.

Estábamos rezando, cada vez se sumaba más gente y de pronto aparece un hombre y nos informa que Jaime Guzmán, había fallecido. Fue muy impresionante todo. Era un profesor al que uno le tenía cariño, independiente del tema político. Hubo un llanto generalizado, de dolor. No es que a uno le hayan muerto al político, al profesor, al ideólogo, es un profesor que se entregaba por sus alumnos, que era muy respetuoso de sus alumnos, sobre todo con los que pensaban distinto y con una preocupación verdadera por la formación de los jóvenes. Eso, uno lo percibe, lo siente y es un legado importante”.

Jaime Guzmán, veía a la persona como una integridad, dice Arteaga, “era un formador de personas más que un formador de buenos abogados”.