
El Completo: Patrimonio Sabroso de Chile
Por Soledad Venegas, Directora de Carreras Escuela de Gastronomía de Duoc UC Sede Valparaíso.
Si hay un ícono popular que atraviesa generaciones, barrios y clases sociales en Chile, ese es el completo. Este 24 de mayo se celebra su día, y no es casual: más allá de ser una simple preparación con pan, vienesa y agregados, el completo es un verdadero patrimonio cultural comestible. Un clásico que se toma con alegría las calles, las cocinas, los carritos y los locales del país, especialmente en el fin de semana que rodea esta fecha.
Hay algo profundamente chileno en el acto de comer un completo. No solo por los ingredientes —palta molida, tomate picado, mayonesa casera— sino por el rito en torno a él: esa mezcla de antojo, rapidez y cariño que tiene pedir “uno italiano” o “uno dinámico”, el debate sobre cuál local lo hace mejor, o esa mayonesa casera que se transforma en tema de conversación. No importa si estás en una fuente de soda en el centro de Valparaíso, en un carrito nocturno en Santiago, o en una casa cualquiera a la hora de la once: el completo siempre aparece como un salvavidas, una celebración o un placer culposo.
El completo es también una muestra de apropiación cultural inteligente. Nació inspirado en el hot dog estadounidense, pero aquí se reinventó con orgullo nacional. En lugar de limitarse al ketchup y la mostaza, el chileno lo convirtió en una obra de arte: palta, tomate, chucrut, salsas, cebolla, queso, papas hilo, y hasta huevo. Una combinación que podría parecer excesiva para otros paladares, pero que para nosotros es simplemente perfecta.
Hoy existen cientos de versiones, desde las más tradicionales hasta las gourmet. Hay completos veganos, gigantes, en pan artesanal, y también los inalterables completos de feria o de barrio, esos que no necesitan nada más para ser gloriosos. Todos conviven y todos celebran juntos este fin de semana patrio-gastronómico, que cada año gana más fuerza en redes sociales, locales de comida rápida, emprendimientos familiares y promociones especiales.
Celebrar el Día del Completo es celebrar parte de nuestra identidad popular. Es reconocer que no todo patrimonio está en los museos: también vive en nuestras calles, en nuestras costumbres y en ese bocado que reúne historia, sabor y comunidad.
Así que este 24 y todo el fin de semana, dale con confianza: súmate a esta fiesta nacional de sabor con tu completo favorito en mano. Porque en Chile, un completo no es solo comida: es cultura servida en pan.
