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Consejos ante ola de calor: Agua en abundancia y algunos alimentos clave

Por: Equipo “Cápsula informativa”

La forma correcta de hidratarse es hacerlo en ausencia de sed, la sed es el primer signode deshidratación, la ingesta debe ser durante todo el día hasta unas horas previas a dormir , las frutas y verduras son buena fuente de líquidos y electrolitos, por lo que su consumo contribuye a mejorar el nivel corporal de agua y mantener una temperartura adecuada .

“Para prevenir golpes de calor y deshidratación el agua es lo más recomendable, en condiciones normales se recomienda la ingesta de 6 a 8 vasos de agua, pero con temperatura ambiental sobre 30 ° se puede hasta duplicar esa cantidad. El consumo de frutas y verduras también ayuda a mantener el nivel de hidratación adecuado”, afirma Cecilia Sepúlveda, presidenta del Colegio de Nutricionistas.

Es importante que los líquidos no estén muy fríos sino que a temperatura ambiente, cuando se bebe agua con hielo el efecto refrescante dura poco, porque al llegar el frío al estomago, centro de regulación de temperatura lo capta y lo debe llevar a temperatura normal, por lo que aumenta el calor corporal con esa finalidad, lo recomendable es líquidos a temperatura ambiente incluso tibios.

Grupos de riesgo

En estos días, se debe estra atentos a los grupos de riesgos, por ejemplo, los niños pequeños; según explican los profesionales de la salud, ellos tienen un sistema termorregulador inmaduro, masa corporal reducida y menor volumen sanguíneo, “a menos edad existe mayor riesgo de deshidratación, una de las maneras de evitar el aumento de la temperatura corporal es mediante la sudoración, este mecanismo en lactantes es poco eficiente, por otra parte su piel es más delgada por lo que evaporan más agua, a nivel renal tienen menor capacidad de recaptar agua, todo esto implica mayor riesgo de deshidratación, además dependen del cuidador para obtener agua e hidratarse”, explica la nutricionista.

Desde el gremio advierten los cuidados en  adultos mayores, ellos no tienen un sistema de termorregulación eficiente, además su sistema renal reabsorbe menos agua con lo que no logran regular sus niveles de agua corporal y se deshidratan más rápido, este grupo etareo se caracteriza por tomar poco agua  y tener poca actividad física, muchos viven solos y no sienten sed, con lo  que aumenta el riesgo de deshidratación. 

Las personas que cursan  enfermedades como insuficiencia renal , patologías cardiacas, enfermedad cardiovascular, o cuadros infecciosos son del alto riesgo , porque se afecta el centro de regulación del calor corporal, aumentando la perdida de agua, “la ingesta de algunos fármacos puede aumentar el riesgo, como los diuréticos que aumentan la perdida de agua, por lo tanto es algo que deben prevenir asegurando la ingesta de agua sobre lo habitual”, agrega, Cecilia Sepúlveda.

Alimentos hidratantes

La ingesta de frutas y verduras  ayuda mucho a para mantener buenos niveles de hidratación, la mayoría de las verduras tiene sobre un 90% de agua, las que tiene menos son las alcachofas y las coles de bruselas,por ejemplo las lechugas contienen un 95,5% de agua, las acelgas o espinacas son similares. Entre las frutas, la sandia tiene un 92% de agua, las frutillas 91%, melón 90%, manzanas 84%, en general, tienen sobre 80% de agua, por lo que, son de gran ayuda, además, de aportar fibra, antioxidantes y vitaminas. 

A la hora de suprimir algunos alimentos estos son: “ los que generan, automáticamente, la reacción de generar calor, los extremadamente helados, los líquidos con exceso de azúcar o dulzor, las bebidas alcoholicas tienen un efecto deshidratante por lo tanto se deben evitar cuando se tienen sed”, aconsejan desde el Colegio de Nutricionistas.

La nutricionistas comenta los síntomas de alerta que dan señales para una consulta de urgencia, “la deshidratación puede provocar calambres, fatiga extrema, confusión, vómitos,  pérdida de conciencia, pero los llamados de atención  para evitar esto son -por ejemplo- en niños llanto sin lágrimas o ausencia de orina más allá de 4 horas, en niños que hablan, pueden indicar, náuseas, mareos, dolor abdominal, cefalea, calambres, estas señales pueden ser por deshidratación”.