Boric Y Ríos
POLÍTICA

Boric: Después de abuso de influencias en usar buque de la Armada para sus ancestros y siendo Presidente, no ha aprendido nada

Por: Daisy Castillo Triviños

Pocas veces se da en el periodismo, el tener la posibilidad de hablar de un “político” o de un “personaje” sin tener temor a las represalias, que llamen al editor para bajar el artículo o que, pidan, el despido o la cabeza, como se llama de manera más informal, al que firma la nota.

Haciendo esa aclaración, comento que quien escribe esta nota es periodista independiente y no le debo ningún favor ni beneficios a ningún partido, a ningún sector político. ¡De favores nada! Y tampoco soy parte de quienes se llenan la boca en materia de derechos humanos y cuando trabajas con ellos, parece que olvidan del concepto. Quizás, el tema de los llamados DD.HH., lo usan, cuando les conviene, pero no cuando se trata de mal trato laboral. Ahí, claramente, se olvidan los partidos de izquierda que levantan esa bandera de lucha.

Y, en este caso, firmo el artículo con nombre y apellido. Y les voy a hablar de Gabriel Boric, el actual Presidente de Chile, el estudiante de derecho de la Universidad de Chile que jamás dio el examen de grado, por lo que se instala en la categoría, simplemente, de egresado.

Y este personaje se hizo conocido en la etapa de manifestaciones sociales, sin tener como mínimo un cartón profesional a cuestas, que es lo que se espera. Simplemente, Boric fue uno más de esos estudiantes que participaron en movilizaciones y hubo grupos masivos de izquierda que le creyeron sus promesas.

A este personaje “vestido como si fuera Allende” -lo que aparece en términos de imagen ridículamente-, lo que le sobra es tiempo: no fue capaz de aprobar el examen de grado como estudiante de Derecho en la Universidad de Chile. Sin embargo, tenía tiempo, para ser parte de protestas, insultando a las policías uniformadas -siempre, curiosamente con imágenes que grababan sus amiguis de partidos, muchos del llamado “Frente Amplio”-. Hoy, habla, en su nuevo rol, a favor de las policías y les rinde respeto. ¡Otra cosa es con guitarra!, como reza el refrán.

Qué placer puede sentir un periodista, como es mi caso que, en 2017, denuncié al entonces diputado, Gabriel Boric, por un viaje familiar en un buque de la Armada. Y, hasta se tuvo que dar tiempo, para salir a responder a los medios de comunicación por su abuso de poder e influencias para utilizar un buque de la Armada, para fines personales y conmemorar a sus ancestros croatas. ¿Y qué dijo, el entonces diputado? Señaló que cree que existe una “duda razonable” sobre el asunto y que es correcto exigirle a los parlamentarios un “estándar de conducta mayor”.

Agregó que “como tengo la convicción de que es correcto exigir un estándar de conducta mayor a quienes se dedican a los asuntos públicos, bien vale pedir excusas a quienes han visto en este episodio un hecho de uso injustificado de privilegios”. Con estas palabras, el diputado Gabriel Boric enfrentó la polémica generada por instalar un monolito en la isla Lennox, en honor al primer antepasado del clan que llegó a Chile.

No fueron suficientes esas líneas, porque terminó diciendo: “Ofrezco, además, mis disculpas a la Armada de Chile por haberla envuelto en esta polémica que podría haber sido prevista. Y en esto la responsabilidad es mía”. En esa línea, señaló que “creo que existe una duda razonable sobre el asunto. En particular, porque aunque yo no haya hecho gestión alguna para materializar el viaje en comento, resulta atendible cuestionarse si es que se accedió al traslado de mi grupo familiar para una actividad privada debido a mi condición de parlamentario”.

Apoyo férreo a izquierdistas y delincuentes

Hoy, Boric es Presidente de Chile, con un bajísimo nivel de aprobación a su gestión, por mal manejo, mala estrategia política y social. Y, como si eso no fuera suficiente, en la última semana, el magallánico se mandó una arrancada “de patio”, con cero cordura, de otorgar indultos a condenados que cuentan con un prontuario delincuencial amplio. No es, precisamente, un currículo vitae de experiencia en formación y capacitación, cero magíster y menos doctorados, sino, los más avezados delincuentes que estaban presos en Chile y que, ahora, gozan de libertad.

Hace unos días y al término del 2022, el Presidente Boric y su “equipo” de amiguis y, supuestamente expertos -en el área que usted imagine, porque no lo son-, indultó a un grupo de supuestos encarcelados por el estallido social. El problema y que terminó costándole la renuncia a la Ministra de Justicia -Marcela Ríos, desconocida, ni bien evaluada en la plaza de abogados-, es que hay dos indultados que son una joyita delictual y, al parecer, ningún asesor de Boric, reparó en su historial y le concedieron la libertad a delincuentes peligrosos.

Y este sábado, se montó un punto de prensa en La Moneda para que hablara el Presidente, Boric, leyendo un documento y sin preguntas de la prensa apostada -como si fueran objetos-. ¿Qué dijo el magallánico? Lo siguiente: “Debido a que hubo desprolijidades en la ejecución de mi decisión de conceder indultos, y considerando además la necesidad de fortalecer la gestión política del Ministerio de Justicia, he decidido aceptar la renuncia de Marcela Ríos Tobar a dicha cartera”.

¿De quiénes hablamos?

Acá se lo contamos en detalle:

Luis Castillo, estaba en prisión por el ataque a la oficina del Registro Civil en Copiapó, siendo condenado a 4 años de cárcel por delitos, tras un juicio abreviado donde aceptó los hechos que le imputaba Fiscalía y colaboró en la investigación entregando antecedentes de otros involucrados.

Castillo cuenta con un amplio prontuario policial, con 5 condenas en su historial y 26 causas judiciales en su contra.

El, ahora, indultado fue condenado en 2005 en dos ocasiones por hurto, en 2006 por lesiones, ese mismo año por robo con violencia y en 2017 por robo con sorpresa.

Durante su última estancia en prisión, Castillo que se define como “rodriguista” fue sancionado por Gendarmería sin régimen de visitas, luego que en una inspección a su pieza le encontraron armas blancas y estoques.

¡Mientras más peligroso, mejor!

Boric también indultó al ex miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), Jorge Mateluna, condenado por participar de un asalto a un banco en 2013. Mateluna recibió una condena por el asalto perpetrado el 17 de junio de 2013 en una sede de Banco Santander en Pudahuel, en el cual no hubo heridos, pero ya había sido indultado en 2004, bajo el gobierno de Ricardo Lagos.

El decreto exento 3212 del jueves 29 de diciembre (2022) de la, entonces hasta hace horas de la Ministra de Justicia Marcela Ríos, comunicado al día siguiente, entregó 10 razones para conceder el indulto a Mateluna. Entre estos, la solicitud formal realizada el 2 de septiembre de 2022; los informes sicosociales positivos de Colina 1; un informe social que lo califica como de bajo riesgo de reincidencia; uno sicológico que muestra que tiene proyecciones vitales viables; una conducta “muy buena” en el penal; la ausencia de patologías físicas y siquiátricas, y un diplomado online que aprobó en la U. de Santiago. También, que la ley autoriza a entregar el beneficio en casos calificados, a pesar de que no haya cumplido 2 tercios de la pena.

Todo el escenario político, recordemos, se trastocó -más de lo que ya está-, cuando estando en Brasil, el Presidente, Boric aseguró, muy relajado: “Tengo la más profunda convicción de que en el juicio a Jorge Mateluna hubo irregularidades y una valoración de la prueba que no estuvo a la altura de la justicia”.

La frase del mandatario terminó mal con una respuesta directa y clara del pleno de la Suprema, a través de una declaración pública en la que señalaron:

“Ni el Presidente de la República ni el Congreso pueden, encaso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse a causas pendientes, revisar los fundamentos o contenido de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos”. Boric buscó frenar la controversia respondiendo que “la independencia de los poderes del Estado es condición esencial de la democracia y, como Presidente de la República, la respeto íntegramente y por lo tanto valoro y estoy de acuerdo con la declaración emitida por la Corte Suprema”.