EDITORIAL: ¡Paren el circo ante la pandemia!
Chile, llegó en la jornada del viernes a 9 mil contagios en las últimas 24 horas, a lo largo del país.
Y, lo que está sucediendo no es al azar, sino que es el triste resultado de las medidas adoptadas por las autoridades que tienen la obligación de controlar la pandemia y no lo han hecho. Un breve resumen de las acciones equivocadas: los aplaudidos permisos de vacaciones que miles solicitaron desesperados, las cuarentenas flexibles, el Plan “Paso a Paso” que pocos entienden y, sumemos, un lenguaje comunicacional del Gobierno que confunde, porque no es claro, todo lo contrario.
Y hay que decir las cosas como son y dejar de lado, tirado en la esquina, en el cajón de los recuerdos, esa mala costumbre de utilizar eufemismos para minimizar las consecuencias de los actos, o bajarle el perfil a las situaciones. La comunicación de riesgo por parte del Gobierno, por parte de las autoridades de salud no existe.
Sin embargo, lo que sí vemos es ese afán de mostrarse exitista ante el proceso de vacunación, pero el manejo de la pandemia ha sido y continúa siendo deficitario y, por eso, estamos como estamos.
La muestra perfecta es que la ciudadanía, un grupo de ella ya no cree en nada, no respeta las normas, se las salta, les da lo mismo y, eso, es parte de la política instalada por el Minsal de que íbamos muy bien, de que la gente se podía ir de vacaciones, de no cerrar el aeropuerto, de establecer que quienes arribaran a Chile se fueran a hoteles y nada de eso ocurre, porque la gente, esos pasajeros se están yendo a sus casas y nadie fiscaliza nada.
Ayer y después de varias semanas, apareció el Ministro de Educación, Raúl Figueroa en un matinal, tratando de explicar lo inexplicable: su insistencia de que los alumnos volvieran a las aulas. ¿Y el resultado de esa torpeza? Más de cuarenta colegios cerrados por cuarentenas.
Pero, de los alumnos y de la necesidad de que sigan asistiendo a clases, como tanto quería el Ministro Figueroa, ya desde el Gobierno no se dice nada. Flaco favor le hizo Mega al Ministro invitándolo al matinal, si es que el acuerdo era dejar que hablara todo lo que quisiera, que repitiera su discurso, pero no fue así y algunos de los periodistas del panel lo enfrentaron.
Así las cosas, con “voceros” elegidos con cuidadosas pinzas por parte del Gobierno -como el caso de la enfermera que dio el discurso en La Moneda que emocionó al Ministro, Paris- y de que negocien con canales la entrevista a uno de los Ministros, pero que no salga bien como querían, la gente está cansada. Es tiempo, aún queda, de dejar de cometer errores, porque no se puede seguir jugando con la vida de los chilenos.
No se puede exigir que la gente se quede en sus hogares, si no tiene los medios económicos para subsistir y si sale a la calle, es porque necesita trabajar, juntar la plata para alimentar a su familia.
No se necesitan bonos con veinte mil requisitos y, al final, acceden unos pocos, se requiere que el Gobierno, en representación del Estado entregue ayuda universal, a quienes lo necesitan que son muchos más de los que la élite política cree, porque, simplemente, no conocen la realidad más allá de su ombligo, de su vereda y, de los escasos conocimientos de formación profesional que tienen.
Llama la atención de que las cuarentenas son para casi todos, los bonos también son casi para todos -no son universales-, una forma en que funciona este país siempre a medias.