En medio del Covid-19: Las empresas lucran con la desgracia
Por: Daisy Castillo Triviños
Chile, está enfrentando la pandemia del Coronavirus y ante una seguidilla de declaraciones del Gobierno de que un día sí o al otro, mejor no, con meas culpas a medias, ante la ineficiencia para abordar el Covid-19, lo cierto es que hay muchas familias que están pasando por una grave situación económica: cesantes, sin alimentos para ellos y para los hijos, viviendo por años en condiciones de hacinamiento, aunque ahora, esa situación se vuelve menos llevadera emocionalmente. A eso, se suman aquellas casas en las que hay violencia intrafamiliar y la víctima está obligada a estar entre cuatro paredes con su agresor o agresora.
Y, ante eso, hemos sido testigos de la anunciada y descoordinada entrega de canastas de alimentos por parte del Ejecutivo, de la entrega de alimentos en algunos municipios con algunos alcaldes más preocupados de salir en la foto con la vecina y las manitos levantando la caja. ¡No se admire, aún en momentos de pandemia, hay quienes buscan dividendos políticos! Y los bancos, como el Banco Estado, aprovechando de pagarse cuentas con el dinero del Fisco depositado en las Cuentas Rut de los chilenos más necesitados en esta tragedia.
En los supermercados también los alimentos han experimentado un alza. No vale lo mismo comprar una caja de huevos pequeña en medio de la pandemia, la harina subió su precio, el aceite y las legumbres, por dar algunos ejemplos.
Desde la vereda de la honestidad, hay quienes han comenzado un emprendimento y están vendiendo bolsas con legumbres para los vecinos. Y, una familia, para demostrar que sí vende un kilo de porotos, hizo el ejercicio de pesar un envase de harina, una bolsa de azúcar, que se compra en cualquier supermercado y ¡adivine!: Usted no está pagando por un kilo de azúcar, no es un kilo exacto, es menos de un kilo. O sea, en la práctica, esto significa que estamos regalando, a los dueños de los supermercados un dinerito extra.
Esta situación es una demostración, una más, de cómo el sector empresarial, se aprovecha del resto de la gente para sacar alguna ventaja, para cortar como se dice, popularmente, “una tajadita”.
VEA ESTE VIDEO REALIZADO POR UNA VECINA Y COMPRUBE USTED MISMO