Exclusivo: Crimen al interior de la cárcel de Valdivia ¿Y dónde están las nuevas autoridades de Gendarmería?
Por: Daisy Castillo Triviños
Pablo Alberto Palma era un reo condenado y tenía audiencia de traslado desde la Cárcel de Valdivia, donde habría sido víctima de apremios ilegítimos, por parte de otros internos, incentivados, nada más y nada menos, que por el propio personal de Gendarmería, para que los otros sujetos encerrados lo maltrataran.
Quizás, usted se sorprende de este hecho, pero la verdad es que es una situación que se da al interior de los distintos recintos penitenciarios del país, donde se maltrata a los internos por sus pares con la complicidad de los gendarmes. ¡De blanquitas palomas nada!
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), el 10 de febrero de 2022, según la Ley N° 20.405 presentó una denuncia ante el Ministerio Público, basándose en que Pablo Palma estaba en el módulo 44 del complejo penitenciario de Valdivia. El 9 de febrero, de ese mismo año, fue agredido por funcionarios de Gendarmería, quienes lo habrían amenazado con “salir a dar la vuelta” y que consiste en un recorrido brutal por los otros módulos para ser agredido. Una práctica bestial, así de simple.
El Juzgado de Garantía de Valdivia declaró admisible la querella por apremios ilegítimos (Causa RUC 2210016739-9 y RUT 1401-2022).
Y lo que el destino le tenía deparado a Pablo Palma, según el tribunal es que fuera trasladado al penal de Angol, Temuco o Pitrufquén, o en subsidio a otro recinto. Sin embargo, no alcanzó a ser trasladado a ningún lugar. Antes del cambio, lo que encontró fue su muerte al interior de la cárcel de Valdivia. Los propios delincuentes lo asesinaron, esos mismos “compañeros” de recinto penitenciario, con el silencio de los gendarmes.
Palma nunca llegó a ser trasladado, ya que habría pasado “a salir a dar la vuelta” a los módulos 41, 43 y 44 y los internos, a sabiendas de los gendarmes y con su venia, lo habrían torturaron de la manera más cruenta que usted se imagine.
ONG 81 RAZONES
La ONG 81 Razones -cuyo nombre nace a raíz de la muerte de 81 reos de la Cárcel de San Miguel, ocurrida el 8 de diciembre de 2010-, hizo la denuncia en favor de Pablo Palma y las circunstancias que rodearon su muerte.
Y, uno de inmediato, se tendría que preguntar frente a esta situación:, ¿Qué rol le compete a Gendarmería y que hace la institución?, ¿qué dice el nuevo director de Gendarmería, el coronel, Sebastián Urra?, ¿qué hace el sindicato de Valdivia que agrupa a los gendarmes de la Región que están afiliados?, ¿por qué nadie habla ante la evidencia de un reo asesinado por otros internos y con gendarmes que no, precisamente, cumplían su rol de custodiar?
Desde la ONG 81 razones, señalan en exclusiva a “Cápsula Informativa” lo siguiente: “Pablo tenía audiencia por solicitud de traslado, ya que en la cárcel de Valdivia su vida corría peligro, no tan sólo por otros presos su vida corría riesgo, ya que lo querían matar, sino también peligro de que los pacos, los funcionarios del Estado llamados gendarmes, lo mandaran a la carnicería a dar la vuelta, módulo por modulo hasta que sea apuñalado, ajusticiado y cobardemente agredido hasta darle muerte por sus mismos hermanos privados de libertad, muerte cómplice del gendarme Candia que muchas veces, suena su nombre en crímenes en este recinto penal, al igual que la mayoría de sus colegas que como juego del día a día, actúan de la misma forma con los usuarios que están a su cargo, mandándolos a la ruleta rusa a probar suerte módulo por módulo, a ver si sale vivo o muerto o muy mal herido”.
Agregan que “Pablo fue asesinado no tan sólo por otras personas privadas de libertad, sino también con la complicidad del paco que sabiendo que tenía problemas en otra dependencia y ante los gritos del interno que pedía, por favor que no lo ingresara a otras dependencias, fue dejado morir a su suerte, al juego de dar la vuelta, a la ruleta rusa institucional, costumbre de cada paco gendarme que, por siglos y años, realizan no tan sólo en cárceles concesionadas, sino también en las cárceles estatales, la misma mierda sólo con otro olor”.
Y añaden: “Tenemos una lista extensa de funcionarios criminales que caminan libremente por esta institución manchada de sangre, que protege a estos criminales con sus gremios ANFUP – ANSOG – ANOP – ADIPTGEN, luego de que sacian sus bestiales comportamientos con las personas que, por mandato legal, deberían sólo custodiar, cuidar y apoyar en sus procesos de reinserción social”.
Desde la misma ONG, 81 Razones precisan que “de seguro, vienen paros y denuncias de los gremios cómplices embaucadores y que lucran, porque sus colegas delincuentes de la penitenciaría, los señores: Capitán Cristian Retamal Segura y Miguel Carrasco Méndez -los cuales quedaron en prisión preventiva por córtale parte de sus dedos a un interno de la ex Penitenciaria. Seguro que dirán que se trata de un hecho aislado y lo escribirán en los lienzos hechos con las sábanas que deberían entregar a los presos, hasta con falta de ortografía protestan los señores dirigentes de calcetas blancas y zapatos negros”.
Fuentes de la ONG 81 Razones se preguntan: “¿Señores ANFUP, llamaron a paro? Este gremio de hecho y no de derecho… La visión más segura, es que el estratega Christian Alveal (ex director nacional) los sigue dominando desde su casa, al igual como él era dominado por Álvaro Corbalán, el criminal de lesa humanidad, militar asesino que dirigía a Piñera y al Ministerio de Justicia, sigan con el circo, que el show se lo pagan gratis y barato”.
Declaración de Ansog a Cápsula Informativa
“Sra. Daisy: Junto con saludarla respetuosamente y en atención a su requerimiento de que, como ANSOG, hagamos llegar a usted una declaración respecto de los hechos acontecidos en el Complejo Penitenciario de Valdivia, donde un interno resultó muerto en circunstancias que están siendo investigadas, debo señalar que, como Presidenta de esta Asociación y actuando en su representación, no emitiremos declaración alguna al respecto ni sobre el caso, toda vez que las circunstancias y responsabilidades se están investigando en las instancias judiciales pertinentes, como tampoco respecto de su nota de prensa, reservándonos el derecho de ejercicio de la libertad de expresión, en todo su contenido, tal como lo expresa nuestra Constitución Política de la República”.