Fiesta Halloween: ¿Cómo evitar la adicción al azúcar? Trucos para controlar ingesta de dulces en niños
Cecilia Cruz, nutricionista de Clínica Ciudad del Mar, entrega algunas recomendaciones al respecto:
- ¿Cuántos dulces y azúcar puede consumir un niño?
Las recomendaciones de ingesta o consumo de azúcar se definen por grupo etario, por ejemplo, entre los 2 y 18 años, en promedio, no se debería superar las 4 o 6 cucharaditas de azúcar diarias.
En los menores de dos años no se aconseja dar sabores dulces para que así no lo conozcan y después no lo apetezcan. Es súper importante desde pequeñito ir regulando esto.
En fechas especiales de celebración, en este caso halloween, los niños mayores de 2 años pueden comer dulces, porque es agradable y les produce placer, el objetivo no es prohibir, sino educar.
La tarea de los padres es fundamental para que los niños aprendan a autorregularse en el consumo de dulces y azúcares porque, de lo contrario, a la larga su sabor puede producir adicción. Por lo tanto, es súper importante enseñarles que no deben comerse todos los dulces en un mismo día, sino fraccionar en una o dos semanas, para que vayan consumiendo ciertas cantidades, apropiadas a su edad.
- ¿Cuáles son los riesgos de consumir exceso de dulces?
En primer lugar, el mayor riesgo tiene relación con la aparición de caries dentales en los menores. Además, el hecho de masticar un caramelo puede generar ciertas lesiones como la fractura de alguna pieza dental.
Por otro lado, esto puede llevar también al incremento de peso, y encaminarse hacia una obesidad, una diabetes o incluso antes, a una resistencia a la insulina. De allí que es relevante controlar el consumo de azúcar desde chiquititos.
- ¿Qué trucos podemos adoptar los padres para evitar el sobreconsumo de dulces y azúcares?
Lo primero es enseñarles a compartir, que las golosinas deben consumirse de forma moderada porque no hacen bien a la salud, y que se pueden ir comiendo de a poco, poniendo plazos hasta una próxima celebración o hasta fin de año
Además, Carola Pantoja, nutricionista de Clínica Biobío, detalla 5 consejos para implementar durante la fiesta de Halloween:
- Realizar la comida correspondiente antes de salir a recoger dulces, esto se refiere a la once o cena. Es clave para que los niños no se coman todos los dulces recibidos.
- Repartir o dar dulces hechos en casa como barras de cereal o galletitas sin azúcar, paquetitos de frutos secos, cocadas con manjar light 0% azúcar añadida, chocolates altos en cacao (sobre 70%), paquetitos de fruta liofilizada, gomitas de frutas sin azúcar veganas, baritas de trozos de plátano bañado en chocolate alto en cacao, calabacitas de mandarinas, bolsitas de palomitas bajas en azúcar, son algunas de las opciones. Esto puede ser un referente frente a los otros padres, demostrando preocupación por incentivar alternativas saludables.
- Si la opción es algo más rápido como comprar, elegir productos con menores sellos, sin azúcar añadida, ingredientes naturales, evitando los aditivos al máximo.
- De todo lo recolectado, es recomendable que los padres o personas a cargo administren y limiten las porciones que los infantes deben consumir, lo que se pueda compartir o repartir con otras personas también es aconsejable para disminuir la cantidad de días consumiendo dulces o golosinas.
- El día de recorrido y recolección de dulces, llevar una bolsa pequeña y dar muchas vueltas o caminatas y al llegar a casa realizar juegos o bailes para realizar actividad física.
- El día después: ¿Cómo debemos administrar el exceso de dulces que se juntan? ¿Se echan a perder?
La nutricionista Cecilia Cruz, advierte: “Los dulces, como todo lo que está industrializado hoy en día tienen fecha de caducidad. Si se mantienen guardados por mucho tiempo puede ser que capten humedad y la glucosa que trae el azúcar se empieza a derretir, provocando que se pegue demasiado al papel que los envuelve. Eso es importante de considerar porque significa que no está en óptimas condiciones para ser consumido. Por lo tanto, es súper importante ir revisando cada cierto tiempo y fijarse bien en las etiquetas de los productos, mirar la fecha de caducidad que puede venir en algún costado del envase”.