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NACIONAL

Gendarmes sin seguro de vida: ¡Lanzados a las puertas del infierno!

Por: Equipo “Cápsula Informativa”

¡Gendarmes quemándose en el infierno y nadie hace nada! Así de claro y de complejo es lo que está ocurriendo en las cárceles del país, en todas, no hay diferencias.

CDP (Centro de Detención Preventiva) de Vallenar. El gendarme, Pablo Pérez, quien trabaja en contacto directo con la población penal fue agredido por reos, quienes le lanzaron un trozo de cemento en la cara, provocándole daño craneal, dental y múltiples lesiones.

Lo grave de este hecho, es que si usted no lo sabe, los gendarmes del país no tienen seguro de vida.

Quizás, se sorprenda, pero la institución no considera un seguro de vida, a pesar de que a diario y en toda hora, los funcionarios están exponiendo sus vidas. Y quienes cuentan con seguro de vida, es porque, a título personal lo contratan.

¡El caso del gendarme Pablo Pérez!

Gendarme, Pablo Pérez, agredido con un trozo de cemento por reos del CDP de Vallenar.

De acuerdo a los antecedentes investigados por “Cápsula Informativa”, a las 09:15 horas del martes 29 de septiembre 2020, dos internos del Módulo 2 del CDP de Vallenar, fueron interceptados por otros dos reos del Módulo 4, al momento de estar sacando basura en el sector cancha del recinto penitenciario.

Ahí, fue cuando el gendarme, Pablo Pérez, al intentar poner fin a la riña de los internos, recibió en su rostro el impacto de un trozo de cemento que lanzó uno de los reos, debiendo ser trasladado, de urgencia, al Hospital Provincial de Huasco.

El caso, ahora está en manos del fiscal, Luis Zepeda, quien ordenó diligencias a la Bricim de la PDI para establecer las circunstancias en que se produjo esta situación en la que se vio afectado, gravemente, un funcionario de Gendarmería.

¡Gendarmes en la indefensión!

Estamos hablando de lo que está ocurriendo al interior de las cárceles, de situaciones fuera de todo control, porque los reos agreden a los funcionarios y, cada cierto tiempo, esa información aparece en algún medio de comunicación.

Y, si nadie de la prensa informa, eso no significa que estas agresiones en contra de los gendarmes no existan.

Todos los días, al interior de recintos penitenciarios, hay rencillas entre los gendarmes y los reos, ya sea por no respetar los horarios de visitas, por estar traficando detrás de las rejas y con negocios fuera de los recintos, por drogarse o consumir alcohol en los recintos.

Y, esto ocurre por años, sin que ninguna autoridad ponga freno a los abusos, a las agresiones de las que son víctima los gendarmes.

Uno se pregunta:

¿A un reo le importa estar condenado a 4 años de cárcel por un delito y le sumen 61 ó 541 días por agredir a un gendarme?, ¿en qué le afecta al delincuente pasar un día o más tiempo tras las rejas?

La Ley N.º 20.214 establece que los internos que agreden a los funcionarios en acto de servicio, tienen penas que van desde los 61 a 541 días. Sin embargo, cuando un gendarme agrede a un interno, la balanza se desequilibra de inmediato.

¿Por qué?

La Ley N.º 20.968 tipifica el delito de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes. Fija penas que parten de los 7 años. Esto, demuestra que hay una tendencia pro reo, hacia los derechos de los delincuentes, pero ¿y qué pasa con la igualdad ante la ley? No hay.

¡El abandono total a los gendarmes!

Cuando uno concurre a un banco, lo más probable es que exista un guardia con una luma y esa imagen es parte de la realidad.

¿Ha reparado usted en la vestimenta de los gendarmes?

Un bastón de servicio, pero sin casco de protección, sin arma. En palabra simples: ¡a la buena de Dios! que un delincuente no le entierre a un gendarme un puñal en el corazón o por la espalda

Manuel Catalán (Rol Corte Nº 62.034 – 2019), funcionario de Gendarmería, señala que “los gendarmes que trabajan con la población penal de alta contaminación criminológica cuentan sólo con un bastón de servicio, un chaleco antipuñal y, en algunos casos, con gas pimienta, sólo en algunos casos”.

Relata que “en general, los chalecos antipuñales están bastante desgastados, les cubre el tórax y la espalda, no lo brazos. El bastón de servicio institucional es de acrílico, no usan armas de fuego, ya que los únicos que emplean armas de fuego son los que trabajan en las garitas”.

¡Un director de Gendarmería desconectado de la realidad!

Manuel Catalán, afirma que “hoy en día, los funcionarios de Gendarmería carecen de recursos para poder adquirir un equipamiento que los proteja y les ayude a desempeñarse sin poner en riesgo sus vidas ante ataques”.

¿Y qué está pasando, entonces, con el presupuesto de Gendarmería que no se invierte en resguardar a los funcionarios de la entidad?

-Los recursos están siendo destinados para otros fines, como por ejemplo, para financiar sumarios administrativos absurdos en contra de los trabajadores, en vez de invertir los dineros fiscales en equipar a los funcionarios con implementos de alta tecnología.

¿Cuál debiera ser la la vestimenta con que cuente el personal de Gendarmería que está en contacto directo con los reclusos?

-La implementación que, a mi juicio, debieran tener, por ejemplo, es la que utiliza el GOPE de Carabineros, que tengan cubiertas las manos, los brazos, las piernas. En la cabeza, usar cascos o una mascarilla, para evitar piedrazos o que los apuñalen en el rostro.

Sin embargo, Gendarmería gasta más de $75 millones en comprar hierba mate para los reos. ¿Qué piensa usted al respecto?

-Es un despropósito. Lo que estamos viendo es que el director nacional no vela por los funcionarios, sino que está preocupado de andar tomándose fotos de actividades, está alejado de la realidad que se enfrenta en las cárceles.

Tenemos a una autoridad de Gendarmería que es indolente, que no invierte en los funcionarios, en la protección de los trabajadores.

¿Qué rol le cabe en toda esta situación a la dirección de Gendarmería?

-El director nacional (Cristián Alveal) está preocupado de sacarse fotos con el Ministro de Justicia, Hernán Larraín, de aparecer en La Moneda en distintas actividades. Sus preocupaciones son siempre él mismo y mantenerse en el cargo.

Hay que recordar que este director nacional, la única vez que ha trabajado con reclusos fue en San Miguel, en 2010, y murieron 81 internos, cuando era Jefe Operativo. Y, antes de eso, siempre fue ayudante del ayudante, por eso está desconectado de los funcionarios que trabajan con los reos.

Conozco a Christián Alveal, cuando era capitán y oficial ayudante del entonces, Director Regional Metropolitano Coronel (R) Horacio Gallo Brochon.