Acuerdo Por La Paz
OPINIÓN

¡Opinión! “Las dudas del Acuerdo Parlamentario con el Gobierno de Piñera”

Por: Fernando Quilaleo, profesional de la Fundación FIEL.

“La ciudadanía no quiere que sólo los parlamentarios redacten una Nueva Constitución. A pesar que el Acuerdo Parlamentario se realizó de espaldas a la ciudadanía y sin comprometer, además, la participación ciudadana en el proceso constituyente, a pesar de eso la gente continúa firme en la idea de cambio de Constitución y una formulación participativa.

Asistimos a un importante despliegue de las redes del poder parlamentario para evitar el surgimiento de una crítica al acuerdo firmado en el Congreso. Los massmedia afines se apresuraron a llamar “Acuerdo Histórico”, son invitados comentaristas sólo si se está a favor, e importantes centros de pensamiento convocan a reuniones de análisis/apoyo y talleres educativos.

Pareciera que es un tema de ignorancia no respaldar el acuerdo. La ciudadanía no lo respaldaría por falta de lectura. No hay autocrítica ni mucho menos, como debiera darse, espacio para una crítica.

A continuación presentamos algunas objeciones al origen y formulación del Acuerdo Parlamentario, muchas de ellas, han sido llamadas, en forma apresurada, mitos (=falsedad) por sus legitimadores.

1. ¿Si Convención Constituyente es lo mismo que Asamblea Constituyente, por qué no le llamaron Asamblea?

2. ¿Cuántos serán los constituyentes? ¿Habrá cuotas? ¿Hoy no es pensable una Asamblea/Convención sin paridad de género, cuotas de pueblos originarios, regiones, sindicales, sociedad civil u otros?

4. ¿1/3 de los constituyentes pesará lo mismo que 2/3? La minoría tendrá capacidad de veto. La AC de Ecuador operó con quórum de mayoría absoluta. Así, debiera ser en una democracia, que no requiere estos resguardos para la expresión de la voluntad popular.

5. ¿Cómo se regularán las campañas de los constituyentes y cuánto costarán? ¿Más de 100 millones igual que ahora?, ¿con aportes reservados de las empresas? ¿Se trata de llevarlos a una cancha y prácticas conocidas por las actuales fuerzas políticas tan cuestionadas por la ciudadanía?

6. ¿Los constituyentes serán pagados? Es mejor que tengan el costo de un actual parlamentario o mejor que no reciban remuneración de ese nivel para desincentivar las malas prácticas. ¿Dispondrán de asesores técnicos, financiados por el Estado?

7. Muchos corren a ponerle piso semiótico/publicitario al acuerdo y lo llaman “histórico”. Históricas han sido las movilizaciones y la represión en democracia, con más de 20 muertos y 200 personas que han perdido o sufrido daños a la visión, violaciones sistemáticas a los DD.HH. de la ciudadanía que no tuvo una letra en el apresurado acuerdo.

8. Sobre las violaciones a los DD.HH., ¿el Acuerdo Parlamento fue incapaz de llegar a ningún acuerdo? Más de 20 muertos, 200 personas que han perdido la vista o sufrido un daño permanente.

9. ¿Serán los mismos 155 constituyentes que propuso el Gobierno, homologándolo a los distritos de diputados actuales? No se sabe. Pero, quizás, si lo sepan de entrada y no lo explicitan.

10. El punto 10 del Acuerdo Parlamentario señala “los partidos que suscriben el acuerdo designarán una comisión técnica… la designación de los miembros de esta comisión será paritaria entre oposición y oficialismo”. Todos los detalles quedarán en manos de técnicos designados por los mismos suscriptores que, de nuevo, pierden toda perspectiva ciudadana. La composición actual del Parlamento es 50% oposición y 50% oficialismo? NO! En el Senado es 23 oposición (53,4%), 19 oficialismo (44,1%) y 1 independiente; y en la Cámara la diferencia es de 82 diputad@s de oposición (52,9%), 72 oficialismo (46,4%), y 1 independiente sin partido. ¿Les costará el cálculo de porcentajes?

11. El Plebiscito de entrada no será con voto obligatorio, el de ratificación sí.  

12. Asistimos a un sucedáneo de Asamblea Constituyente que no incorpora la participación ciudadana en el proceso constituyente. Que tiene un origen que más se parece a una capitulación parlamentaria a nombre de la ciudadanía movilizada, cuestión a la que nadie los facultó. Un modelo de elección y formulación que deja todo el proceso en la ya, delimitada y deslegitimada, cancha del quehacer parlamentario.

13.-Pareciera que a quienes suscribieron el Acuerdo, o a quienes lo apoyan, molestan las críticas y las objeciones a su origen apresurado y sin participación ni consulta ciudadana. Cuestión que seguirá, porque tampoco pareciera posible que se consulte a la ciudadanía en general, ni mencionar a la movilizada, no será considerada. Sólo tiene la facultad de votar Sí o NO. No puede cuestionar, ni criticar ni exigir mejores propuestas, porque pareciera una negociación a fardo cerrado de aquel “o lo toman y o lo dejan”.  No es la forma que la ciudadanía demanda ni una práctica democrática legítima. Por eso, las redes sociales le llaman “cocina parlamentaria”.

14.- Por estas razones el “Acuerdo a Fardo Cerrado” es que se ha hablado de Capitulación de los parlamentarios más que de un Acuerdo. Lo que se busca es clausurar las demandas y movilizaciones ciudadanas en un público armisticio entre una élite política y un gobierno incapaz de gobernar, de responder a las demandas de la ciudadanía y de resolver la protesta social sin violación a los derechos humanos”.

Fotografía: TVU